Analía Alcolea
Author: Analía AlcoleaEmail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Algunos se quejan y exigen más control, mientras que los otros también se quejan pidiendo que les avisen del control… Y si probamos con prestar atención a las señalizaciones? Con tener sentido común? 

Más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto. Digo esto porque hace rato me viene rondando en mi cabeza un tema que nos concierne a todos: el TRÁNSITO. De alguna manera todos nos trasladamos para hacer lo que tengamos que hacer: trabajar, estudiar, comprar, “appointments”, etcétera. La gran mayoría lo hace en carro; y una gran cantidad, en autobús, taxi, bicicleta, moto, o caminando.

Ahora bien, para que haya armonía, orden y continuidad existen las reglas de tránsito, que, por suerte, en este país son bastante claras, tanto es así que cuando hay un accidente, se resuelve sin sobresaltos puesto que hay basada una infraestructura comprendida desde las reglas para conducir como señalizaciones (límites de velocidad, paso peatonal, “stop signs”, etcétera.) hasta los seguros obligatorios para cada carro, pasando por los exámenes anuales cuyo “sticker” tiene que exhibirse en la placa y en el parabrisas, y, por supuesto, una licencia válida.

Pero, ¿qué pasa? Que muchas veces esas normas no son respetadas; como, por ejemplo, personalmente me ha pasado que cruzando sobre una senda peatonal, donde por ley los peatones tenemos PRIORIDAD y el carro DEBE parar, éstos siguen su marcha con total impunidad. También me ha tocado interactuar con vecinos donde su mayor preocupación eran los jóvenes que hacen picadas en ciertas calles, no solamente poniendo en peligro a los transeúntes, sino molestando inaguantablemente con el ruido de sus “músicas” y caños de escapes libres. Los contribuyentes exigían más control, sobre todo hacían énfasis en colocar lomas de burro (policías acostados). Con respecto a las lomas de burro (policías acostados) hay gente que alega que disminuyen el valor de las propiedades. Mi opinión es todo lo contrario, creo que un barrio con lomas de burro da la impresión de seguridad, cuidado y respeto.

Resulta que a raíz de quejas, desobediencias y discusiones por parte de los vecinos, la ciudad decidió poner cámaras en lugares álgidos, cosa que produjo un sinfín de disgustos por parte de los que fueron atrapados “in fraganti”. He escuchado que algunos de los casos fueron errores de las cámaras, aunque la gran mayoría simplemente pusieron el grito en el cielo porque “no les avisaron”.

También es cierto que estadísticamente hay una gran diferencia de cantidad de infracciones según la zona. Se acentúan, claramente, en áreas donde hay mayor población extranjera. Lo que significa dos cosas: O les cuesta adaptarse a las reglas de tránsito ó los exámenes son demasiado fáciles y permite no solamente que el que obtenga la licencia compre carro sino que eso lleva de la mano un movimiento económico muy rentable para toda la comunidad.

En fin, algunos se quejan y exigen más control, mientras que los otros también se quejan pidiendo que les avisen del control… Y si probamos con prestar atención a las señalizaciones? Con tener sentido común? Con entender que un móvil de grandes dimensiones (camiones, buses, etc) tienen ciertas áreas “ciegas”, que no ven al carro que tiene al lado o detrás y que por eso hay que guardar prudencial distancia? Ojo, yo me incluyo, porque más de una vez he cruzado por cualquier lado pudiendo ser la causa de un desastre. Por eso: “Más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto”.

Add a comment

Gonzalo Cuervo
Author: Gonzalo CuervoEmail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Trujillo, quien fuera ajusticiado un 30 de mayo de 1961 en la capital dominicana tras tres décadas de ser el dios-hombre de la República Dominicana e inspirar a un sinfín de estereotipos sobre dictadores tercermundistas, curiosamente fue enterrado tres veces en tres países diferentes.

En un pintoresco vecindario del extremo oriente de París, Francia, se encuentra un insolito destino turístico. Cada año, el cementerio Père Lachaise recibe a miles de turistas que hacen el peregrinaje hasta este lejano punto para rendir tributo ante la tumba del rockero norteamericano, Jim Morrison, de la agrupación The Doors. Este mítico personaje, quien murió en París a los 27 años de edad hace casi medio siglo, está enterrado en una modesta tumba dentro de este gran cementerio cuya extensión lo convierte en un verdadero barrio de los acostados. Dentro del Père Lachaise también descansan otras figuras de renombre internacional, como la cantante Edith Piaf, el autor Oscar Wilde, el dramaturgo Moliere y el gran compositor clásico Frederic Chopin. Sin embargo, hay una tumba que, pese a estar vacía, guarda una historia muy curiosa. La tumba del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Trujillo, quien fuera ajusticiado un 30 de mayo de 1961 en la capital dominicana tras tres décadas de ser el dios-hombre de la República Dominicana e inspirar a un sinfín de estereotipos sobre dictadores tercermundistas, curiosamente fue enterrado tres veces en tres países diferentes. Primero, su familia lo enterró en su natal San Cristóbal, una pequeña ciudad que queda al occidente de la capital. Luego, cuando huyeron del país, zarparon hacia europa en el yate Angelita con un botín maravilloso y el ataúd de Chapita. Eventualmente, el cuerpo del tirano llegó a Francia donde fue enterrado en el exclusivo Père Lachaise.

El 27 de diciembre de 1969, mientras el mundo se volvía loco con el tema “Touch Me” de Morrison y The Doors, Ramfis Trujillo, hijo mayor del dictador dominicano, murió en Madrid tras un aparatoso accidente automovilístico. Para aquel entonces Ramfis vivía como un verdadero príncipe en Madrid, forrado en los millones usurpados a Quisqueya y protegido por la dictadura del Generalísimo Franco. Al morir, fue enterrado en el cementerio El Pardo en las afueras de la ciudad, zona preferida por la elite oficialista. Todo parece indicar que a sus sobrevivientes les daba pereza viajar a París y llegar hasta Père Lachaise para darle la vuelta al viejo y limpiar el mausoleo. En 1970, los restos del Generalísimo Trujillo fueron trasladados desde París a El Pardo, donde acompañan hasta la fecha a los de su hijo, Ramfis.

Un año más tarde, en 1971, Morrison murió en París y se convirtió en el huésped más famoso de Père Lachaise, a su vez creando un destino turístico “cool” en la ciudad luz. Hoy en dia, la calle que lleva a la entrada del cementerio está llena de restaurantes, bares y negocios que exhiben y venden desde reliquias hasta camisetas con el rostro de Morrison. Mientras tanto, la tumba vacía del Generalísimo yace en el abandono, un monumento a uno de los episodios más pintorescos y malvados de la historia latinoamericana. Cabe destacar que, según un artículo del periódico español El País, el mausoleo de la familia Trujillo en El Pardo también se encuentra en estado de abandono y decadencia.

Todo parece indicar que los herederos del otrora Padre y Benefactor de la Patria Nueva no sienten inspiración alguna por gastar un solo peso en la memoria de su patriarca. Quizás sienten vergüenza. O quizás se identifican con las palabras de Neruda, “es tan corto el amor y tan largo el olvido.” Eso sí, estoy seguro de que en algún viaje a París se han dado la vuelta por el cementerio Père Lachaise para visitar la tumba de Jim Morrison y, por qué no, subir un selfie a las redes.

 
Add a comment

Jose F Batista
Author: Jose F BatistaEmail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El mes de Noviembre marcó dos años desde que abrí las puertas de mi oficina legal, ubicada en la misma avenida central adonde he pasado los 30 años de mi vida entera: “La Broa.”

Mas, personalmente, este otoño marcó diez años desde la primera vez que yo visité la oficina de un psiquiatra. Como el tema de la salud mental no es uno que tocamos a menudo, voy a tomar esta oportunidad para compartir un poco de mi experiencia visitando un psiquiatra – una rutina que mantengo hoy, más de diez años después de mi primera visita – y también voy a compartir cómo mi experiencia como abogado me ha demostrado los beneficios que existen cuando uno se dedica a cuidar su propia salud mental.

En el otoño del 2008, yo era un estudiante de negocios en Bryant University. Aunque no  recuerdo precisamente por qué decidí visitar un psiquiatra en ese entonces, recuerdo los temas que existían en mi vida en ese tiempo que tal vez contribuyeron a la decisión.

Yo soy un hijo de inmigrantes y tuve la gran suerte de nacer en los Estados Unidos. Desde temprana edad, yo entendí el privilegio que llevaban esas palabras y también las responsabilidades que acompañan esos privilegios. Aunque disfruté de las nuevas experiencias que vienen con estudiar en una universidad americana, también perdí sueño muchas noches haciéndome las mismas preguntas una y otra vez: ¿A qué me voy a dedicar? ¿Debo enfocarme en una carrera en la que yo me sienta feliz o en una carrera en la que voy a ganar mucho dinero? ¿Existe una carrera con la cual es posible ser feliz y ganar bien? ¿Qué piensan mis familiares? ¿Qué están decidiendo mis amigos? ¿Quiero ser como ellos? ¿Será que las responsabilidades mías como hijo de inmigrantes son diferentes a las de los demás? …y muchas preguntas más.

Igual como existían esas preguntas, dudas y presiones en mi vida en ese entonces, también existen en la vida de casi todo el mundo. A través de mi carrera como abogado, y a través de miles de consultas privadas con personas en momentos difíciles en su vida, he visto cómo muchos de nosotros sufrimos en silencio. Tristemente, cuando no tenemos la información adecuada acerca de la salud mental, vivimos en un ciclo de buscar soluciones externas para problemas e inquietudes internas. Es ciclo puede ser inefectivo, caro y doloroso.

Por esas razones y muchas más, vale la pena por lo menos tener una conversación con alguien sobre nuestra salud mental. Una conversación con un psiquiatra no requiere preparación ni experiencia. Muchas veces aún una persona como yo, que he visitado un psiquiatra por diez años, no sé lo que le voy a contar al psiquiatra hasta que yo me siento en el sofá el día de mi cita. Es un proceso que no requiere compromiso – solo requiere  comenzar.

Igual como vamos a un doctor cada año para hacernos un examen físico y chequearnos por síntomas de enfermedades como cáncer o sida, nuestra mente también merece que le dediquemos atención y tratamiento.

Add a comment

Julia Norma Rodríguez
Author: Julia Norma RodríguezEmail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Comunicadora.

Los “millennials” son realmente dignos de atención. Ellos son inteligentes, creativos y apasionados sobre muchos temas. Pero la más consecuente característica encarnada de esta generación única, es la diversidad, raza y etnia a medida que el país evoluciona demográficamente. Sin dudas representan la nueva cara de América en la política, en negocios, en la cultura popular. Las cosas que han dado forma a los Millennials, como el aumento de la tecnología y las redes sociales, afectan la vida de las personas de manera diferente.

¿Quiénes son los “millennials” y qué tan distintos son? ¿Qué los hace únicos? ¿Cómo varían sus características por raza / etnia? Según un informe, los “millennials” representan casi una cuarta parte de la población de Estados Unidos, el 30 de la población en edad de votar y casi dos quintas partes de la población en edad de trabajar.

En particular, la generación del milenio, ahora un 44% minoritaria, es la generación de adultos más diversa en la historia de Estados Unidos. Si bien su legado duradero aún no se ha determinado, esta generación está preparada para servir como un puente social, económico y político para generaciones cronológicamente sucesivas y cada vez más con un énfasis en su diversidad racial única; este informe examina la composición demográfica de los “millennials” para la nación, las 100 áreas metropolitanas más grandes y los 50 estados. Un puente que atraviesa la brecha generacional cultural.                                    

Los “millennials” son, por mucho, la generación más diversa en comparación con las generaciones anteriores. La mayoría de los llamados “baby boomers” nacieron en una época en que la inmigración se encontraba en un punto histórico bajo y cuando los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos eran en su mayoría blancos europeos.

Entonces, la población minoritaria estaba compuesta principalmente de estadounidenses de raza negra, que residían en ciudades altamente segregadas. Las grandes oleadas de inmigración a los Estados Unidos en los años 80 y 90, especialmente de América Latina y Asia, junto con el envejecimiento de la población blanca, hicieron de la generación del milenio una generación más racial y étnicamente diversa que cualquiera que la haya precedido.                  

La quiebra del sector inmobiliario y la Gran Recesión han afectado la capacidad de los millennials a corto plazo, y potencialmente a largo plazo, para comprar casas. A nivel nacional, las tasas de propiedad de viviendas no han mostrado disminuciones a largo plazo. Se mantuvieron relativamente estables desde la década de 1960, excepto por el auge de la vivienda desde fines de la década de 1990 hasta el 2006. El posterior colapso de la vivienda ocurrió justo antes de que la mayoría de los millennials ingresaran al mercado. Esto disminuyó su tasa de propiedad de vivienda en comparación con los adultos jóvenes en edades más tempranas, ya que las altas tasas de interés, la renuencia a comprar y la deuda o los bajos ahorros llevaron a muchos millennials a vivir con familiares o mudarse a una vivienda de alquiler.                                                                               

Las familias hispanas poseen menos recursos para levantar a sus generaciones más jóvenes. Las disparidades de pobreza racial y étnica son más amplias entre los niños que para los millennials o el de la población en conjunto. Estas divisiones raciales y étnicas se agravan                                              

La emisora radial Power102.1 FM&Poder1110 en su afán de siempre conectar con la juventud inicio un nuevo segmento “Los Millennials”  dentro del programa “El Can de la Mañana” con gran aceptación y permitiendo conocer como piensan los que están llamados a dirigirnos.

Recuerden: “Vivir no se posterga.” El que ama protege”.  Seguimos en Orden Divino.  ¡Hasta un próximo encuentro!
Mi correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. twitter @jnormarodriguez, Instagram @jnormarodriguez y en Facebook  Julia Norma Rodriguez. 
 
 
 
Add a comment

Más artículos...