La pasada noche el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, convocó una rueda de prensa de urgencia, bajo el incesante sonido de helicópteros y sirenas policiales, para justificar una imagen de las protestas del sábado que se volvió viral en las redes sociales.

Nueva York, 31 de mayo (EFE).- Vehículos patrulla embistiendo a manifestantes, placajes por la espalda, uso de gas pimienta o disparos de balas de goma a la cara. Con estas dudosas prácticas, los departamentos de policía en muchas ciudades de Estados Unidos han contribuido poco en evitar que las protestas ciudadanas contra el racismo se volvieran violentas en los últimos días.

La pasada noche el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, convocó una rueda de prensa de urgencia, bajo el incesante sonido de helicópteros y sirenas policiales, para justificar una imagen de las protestas del sábado que se volvió viral en las redes sociales.

Dos furgonetas de la policía de Nueva York rodeadas por una multitud de manifestantes en Brooklyn aceleraban y barrían a decenas de personas, que afortunadamente se desplomaron sobre el asfalto sin ser arrollados bajo los vehículos.

Esa táctica, junto con otras como lanzar gas pimienta sobre manifestantes con las manos en alto, han elevado las críticas contra el supuesto objetivo principal de la actuación policial: la desescalada.

"No es cierto que no estamos contribuyendo a desescalar la situación", dijo hoy el comisario de la Policía de Nueva York, Dermot Shea, quien aseguró que no va a consentir que se ponga en peligro la vida de sus agentes.

De Blasio rebajó el tono de anoche al asegurar: "no me gusta el vídeo (de las furgonetas), se va a investigar", para seguidamente matizar: "Esos manifestantes no eran pacíficos, estaban lanzando cosas contra los vehículos. Hay que ponerse en la piel de esos policías".

Hubo anoche 350 personas detenidas en Nueva York, donde no se experimentó el nivel de violencia y saqueos que vivieron ciudades como Detroit, Chicago, Dallas o Albany, donde incendios y el caos fueron la tónica a partir de las 10 de la noche, hora local.

"Esta no es la misma policía que hace seis años, la estamos reformando", aseguró hoy De Blasio, que asegura que la policía cada vez se está integrando mejor con las comunidades que patrulla.

El presupuesto de la policía neoyorquina ha aumentado alrededor de un 30 % en los últimos seis años, pese a que los crímenes ya venían reduciéndose constantemente y se encuentran cerca de mínimos históricos.

Ciudades como Chicago, Houston, Detroit u Oakland destinan más de un tercio de su presupuesto a sus departamentos de policía, según datos del Center for Popular Democracy. En todas ellas, las protestas han desembocado en disturbios, saqueos y caos.

En seis años desde la muerte de Michael Brown en Ferguson (Misuri), que también motivó disturbios y protestas en todo el país, poco parece haber cambiado en el modo en que la policía aborda la desigualdad racial y económica en Estados Unidos, pese a presupuestos generosos y planes de reforma.

A esto se suma un escenario post-pandemia con presupuestos de las administraciones públicas en caída libre y un desempleo a máximos desde la Gran Depresión y que afecta sobre todo a los jóvenes y afroamericanos.

Con el presidente estadounidense, Donald Trump, haciendo poco por buscar la desescalada en las protestas contra la brutalidad policial y el racismo, la policía y los alcaldes son los que están intentando evitar mayor caos, en algunos casos declarando toques de queda, que han desembocado en arrestos masivos.

Michigan ofreció anoche un claro contraste de cómo abordar la crisis. En Detroit con la llegada de la noche, comenzaron los lanzamientos gas lacrimógeno, carreras, helicópteros policiales, y manifestantes violentos que al abrigo de la multitud y el caos comenzaron a saquear tiendas.

Por el contrario, en Flint, también en Michigan y una de las ciudades más afectadas por la desindustralización del Medio Oeste, agentes de la oficina del alguacil se sumaron a las protestas al grito de "Black Lives Matter".

Esa solidaridad policial con un grito que se oye en todo el país desde hace años se repitió en Camdem (Nueva Jersey) o Santa Cruz (California). En ninguno de esos lugares se reportaron disturbios.

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Washington, 29 de mayo (EFE).- El agente Derek Chauvin fue detenido este viernes por su supuesta responsabilidad en la muerte del afroamericano George Floyd al proceder a su arresto el pasado lunes en Minneapolis, Minnesota, un hecho que ha desencadenado una ola de protestas en el país.

El comisionado de Seguridad Pública de Minnesota, John Harrington, citado por medios locales, anunció que Chauvin fue arrestado por su presunto papel en el fallecimiento de Floyd.
El apresamiento del oficial se produce después de que miles de personas participaron este jueves en la tercera noche consecutiva de protestas en Minneapolis por la muerte de Floyd, movilizaciones que derivaron en la quema de una estación de Policía, disturbios y saqueos. 

Durante la jornada, las protestas se extendieron no solo por Minneapolis sino también en la vecina Saint Paul, conocidas como "Twin Cities".

Las protestas aumentaron después de que el fiscal del condado de Hennepin -con jurisdicción sobre Minneapolis-, Mike Freeman, compareciera este jueves para anunciar que no tenía intención, de momento, de imputar cargos ni de detener a Chauvin.

"Hay otras pruebas que no respaldan un cargo penal. Necesitamos sopesar todas esas pruebas para llegar a una decisión coherente, y lo estamos haciendo lo mejor que podemos", dijo Freeman a los medios.

De poco sirvió para calmar los ánimos que el comandante de la Policía de Minneapolis, Medaria Arradondo, que ya ha despedido a Chauvin y a otros tres agentes implicados, pidiera perdón a la familia de Floyd.

Por su parte, el gobernador de Minesota, el demócrata Tim Walz, activó la Guardia Nacional -un cuerpo reservista militar-, que desplegó a medio centenar de soldados por la ciudad ante luego confirmado de una nueva noche de caos. Es la primera vez en 34 años que Minnesota activa a la Guardia Nacional por protestas.

Con la caída del día, los saqueos e incendios proliferaron por la ciudad mientras miles de manifestantes se agruparon alrededor de la estación de Policía del Tercer Precinto de Mineápolis, convertida en un símbolo de la protesta por la muerte de Floyd, de acuerdo a reportes del periódico local Star Tribune.

En un momento dado, los manifestantes lograron prender fuego a la estación policial, que ardió en llamas ante el festejo de muchos, que incluso lanzaron fuegos artificiales.



 

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Washington, 30 de mayo (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió este sábado mano dura contra los manifestantes en Minneapolis (Minessota), a los que tachó de ser de "la izquierda radical", y expresó a las autoridades estatales su disposición de enviar al Ejército para aplacar los disturbios durante las protestas contra la muerte de un hombre negro a manos de la Policía.

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