Conocidos comercialmente como Teo Products o Martínez Farmers, esta pareja de agricultores dominicanos radicada en Rhode Island tiene una historia que combina romance, trabajo duro, resultados y esperanza
PROVIDENCE, RI.- Teodulio y Margarita María se conocieron por teléfono hace nueve años. Oriunda de Santiago de los Caballeros, ella vivía en Estados Unidos, donde ha residido por los últimos 30 años, y él estaba en su natal Miches, en República Dominicana. Un hermano de él, que asistía a la misma iglesia cristiana que ella, los presentó vía telefónica, con la idea de que harían buena pareja, ya que ambos estaban solteros después de divorciarse y además tenían muchas cosas en común, especialmente el buen sentido del humor.
Teodulio asegura que su conocimiento del mundo de la apicultura, además de los chistes que le hizo desde su primera conversación, fue lo que más atrajo a Margarita María. “La primera vez que la llamé por teléfono le hice una broma diciéndole que ella debía unos ‘taxes ́”, recuerda él, entre risas. Llamada tras llamada, conversación tras conversación, surgieron los intereses comunes, luego el romance. Ninguno de los dos sabía, entonces, que alguna vez cultivarían juntos algo más que una relación de pareja. Nueve años han pasado desde que comenzaron una nueva vida juntos. Estados Unidos, la llamada “tierra de oportunidades”, literalmente les ofreció la posibilidad de un modo de vida basado en la actividad agrícola.
Todo comenzó gracias a una video llamada donde ella le mostraba el patio de la casa donde vivía en Rhode Island y el observó que la yerba era hermosa. “Donde se da la yerba, se da la comida”, le dijo él, además de pedirle que moviera y levantara la tierra, en la que de inmediato, con su ojo de agricultor, notó el potencial para los cultivos.
“Cuando llegue aquí comencé a preparar la tierra. Alguien pasó por aquí y me regaló una cabeza de ajo y me dijo ‘siémbrala ́ y me recomendó ir a Southside Community Land Trust. Ahí me dieron semillas y me preguntaron si quería llenar una aplicación. Así comenzó todo, en el2016. Yo estaba recién llegado, vine en diciembre del 2014. Me dieron lo que me gusta, tomate, ajíes, berenjenas, lechuga y auyama de aquí, cilantro, rábano, remolacha, zanahoria, maíz dulce y de todo coseché”, narra Teodulio.
A través del programa Southside Community Land Trust comenzaron a visitar lugares de crianza de cerdos, pollos, reses y pavos, donde escuchaban charlas con expertos en agricultura. Luego hicieron un pequeño invernadero en el patio su casa y de ahí pasaron a vender junto a otros productores en un mercado donde al principio alquilaban un puesto y luego compraron sus propias carpas. En la actualidad son dueños de dos acres dentro del Urban Edge Farmers Park, en el área de Plainfield Pike, en Cranston, y son conocidos comercialmente como Teo Products o Martínez Farmers y participan también con el programa Sankofa, en West Elmwood, en Providence.
Este año cultivaron auyama, habichuelas negras y rojas, molondrones, ajíes (cubanela, jalapeño, morrones, gustoso), remolacha, lechuga, pepino, zanahoria, tomate, berenjena, cilantro, ajo, cebolla, papas, batata, apio, alcachofa de Jerusalén, entre otros. Además de participar en mercados oficiales y emergentes en diferentes temporadas a lo largo del año, son proveedores de Farm Fresh y su afiliada Hope Harvest (a esta última le vendieron 10 mil libras de productos el último año).
Como abeja al panal
Teodulio, que en 2017 fue reconocido como Agricultor del año por Southside Community Land Trust y que es además un experto injertador de árboles frutales (en especial cítricos, aguacates, mangos) dice que ha aprendido bastante a manejarse en este clima para lograr buenas cosechas con sus productos agrícolas. Con lo que no ha logrado todavía los resultados deseados es con su producción de miel. Él es productor de miel de abejas, un oficio que aprendió desde muy joven y en el que se capacitó en su país natal, paralelamente a su formación como pastor, actividad esta última que desempeñó por 24 años en República Dominicana.
Con sus dos primeras colmenas hizo un trabajo que rebasó los límites de la creatividad, al crear una especie de canales dentro de las paredes de su propia habitación para permitir que las abejas pudieran entrar y salir “cuando tuvieran que hacer sus necesidades”. Al aumentar el número de sus colmenas, su actividad de apicultor se vio limitada, ya que no era posible para él mantener hasta seis colmenas dentro de las paredes de su casa, por la seguridad de los miembros de la familia.
El sueño de estos laboriosos agricultores hispanos es seguir trabajando y produciendo “hasta que las fuerzas nos den, porque la edad apremia”, dice don Teodulio, que a sus 63 años ansía poder adquirir equipos modernos para el trabajo agrícola y también un medio de transporte más cómodo para él y Margarita María.
Luego, la meta es el retiro en Miches, República Dominicana, donde poco a poco están preparando el que habrá de ser su pequeño paraíso personal. En el programa en el que participan, los esposos Martínez son los únicos latinos/dominicanos produciendo vegetales, ya que hay productores hispanos de otras nacionalidades que participan con productos agropecuarios, como huevos, por ejemplo.
Los Martínez, unidos por el amor y la agricultura
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