La medida permitirá a todas aquellas personas que carezcan de un permiso de residencia conseguir estas licencias, una reivindicación histórica del colectivo para evitar la discriminación a la hora de conseguir un empleo o mejorar la seguridad vial.

Nueva York, 18 jun (EFE).- Nueva York entregará en diciembre los primeros carnés de conducir a inmigrantes indocumentados, 180 días después de la entrada en vigor de la nueva ley que garantiza este derecho, firmada anoche por el Gobernador Andrew Cuomo, lo que ha sido recibido con entusiasmo por parte de entidades de inmigrantes.
La medida, aprobada por las dos cámaras del Congreso estatal, permitirá a todas aquellas personas que carezcan de un permiso de residencia conseguir estas licencias, una reivindicación histórica del colectivo para evitar la discriminación a la hora de conseguir un empleo o mejorar la seguridad vial.
El Consulado de México en Nueva York emitió un comunicado en el que celebraba la medida, recordando que es una "oportunidad para que se fortalezca la confianza entre fuerzas policiacas y comunidades migrantes", así como permitir la denuncia de accidentes de tráfico porque también posibilita asegurarse de cara a estos incidentes.
Para la agrupación Make The Road New York, la aprobación de esta medida aparecerá en "los libros de historia", puesto que marca una "victoria histórica para las familias inmigrantes en todo el estado de Nueva York que han dirigido la lucha por el respeto y la dignidad de nuestras comunidades".
Cuomo levantó suspicacias ayer por la tarde, antes de rubricar la nueva ley, al pedir un informe a la Procuradora General del Estado, ya que el demócrata dudaba de si esta ley supondría crear una base de datos de inmigrantes ilegales a la que pudiera acceder la Administración federal.
El gobernador lo hizo después de que en California, que aprobó una medida similar en 2005, saliera a la luz que agentes de inmigración habían detenido a indocumentados en sus propios hogares utilizando este registro.
Por su parte, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, emitió un comunicado: "Apoyo el proyecto de ley de Luz Verde, y la Oficina de la Fiscal General ha llegado a la conclusión de que esta medida es constitucional".
"No emitiremos ninguna opinión sobre las acciones que el Gobierno federal pueda o no tomar. Esta medida está bien diseñada y contiene amplias protecciones para todos aquellos que soliciten licencias de conducir. Si este proyecto de ley se promulga y luego se impugna en un tribunal, lo defenderemos energéticamente".
Tras recibir estas opiniones favorables, Cuomo procedió a la firma del proyecto de ley, abriendo un plazo de 180 días para que los inmigrantes indocumentados puedan acceder a estas licencias.
Entre los requisitos necesarios para su consecución, estas personas deberán entregar una identificación, una prueba de residencia en el Estado, así como aprobar el test de conducción.
Con esta medida, Nueva York se suma los otros doce estados, así como a Puerto Rico y Washington DC, que permiten la emisión de estas licencias sin tener en cuenta el estatus legal.
Antes de los atentados contra las Torres Gemelas, en 2001, los indocumentados podían conducir en este estado pero un año después el gobernador George Pataki impuso el requisito de presentar el documento del seguro social para sacar o mantener la licencia de conducir, lo que llevó a que miles perdieran el permiso.

 
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De ser avalada con la firma del gobernador, esta ley convertiría a Nueva York en el estado número 13 del país, además del Distrito de Columbia y Puerto Rico, en conceder licencias de conducir sin importar la condición migratoria del solicitante.



Con el voto favorable este lunes del Senado estatal, ya es una ley en Nueva York el otorgamiento de licencias de conducir a inmigrantes indocumentados. La legislación, que ya había sido aprobada el miércoles de la semana pasada por la Cámara de Representantes del estado, necesita ahora la firma del gobernador Andrew Cuomo para hacerse efectiva.

En virtud de esta disposición, los inmigrantes indocumentados podrán obtener su licencia de conducir siempre y cuando hayan tomado una clase de educación para conductores, pasen un examen y demuestren que son residentes del estado de Nueva York. Se espera que más de 265 mil personas se beneficiarían.

Este lunes por la noche, el Senado neoyorquino aprobó la Ley de Privacidad y Acceso a la Licencia de Conducir (Green Light, NY), patrocinada por el Senador Luis Sepúlveda, que restablecerá el derecho a obtener una licencia, independientemente del estado de inmigración, que existía antes de 2001.

La líder de la mayoría en el Senado, Andrea Stewart-Cousins, dijo: “Hoy, aprobamos una ley que restaura el derecho de todos los conductores calificados a obtener licencias de conducir independientemente del estado de inmigración. Al aprobar esta legislación necesaria, estamos haciendo crecer nuestra economía al mismo tiempo que hacemos nuestras carreteras más seguras. Este es el paso correcto para el estado de Nueva York ya que continuamos abogando por una reforma migratoria integral a nivel federal ".

Mientras, el patrocinador del proyecto de ley, el senador Sepúlveda, manifestó: “Esta legislación no solo brindará a los inmigrantes indocumentados una solución legal para obtener una licencia de conducir, sino que sus impactos positivos incluirán un crecimiento económico significativo, una mejor seguridad vial y el mantenimiento de las familias trabajadoras unidas. Se recaudarán millones de dólares en ingresos, las primas de seguros de automóviles disminuirán y las economías locales experimentarán un auge a medida que aumenten las ganancias y los gastos. En un momento en que los inmigrantes son chivos expiatorios por cada enfermedad en nuestro país, esta es nuestra oportunidad para que el Estado de Nueva York muestre nuestro valor y fortaleza, y defienda a las comunidades marginadas. Por razones económicas, de seguridad y morales, nuestras comunidades merecen la Ley de Luz Verde ".

La Ley de Privacidad y Acceso a la Licencia de Conducir (Green Light NY), S.1747B, permitirá que los solicitantes de licencias de conducir no comerciales o de permiso de aprendizaje puedan presentar pruebas de identidad adicionales para ser elegibles para una licencia no federal. También anula el requisito del número de seguridad social si el solicitante firma una declaración jurada de que no se le ha emitido un número de seguridad social y le otorga al DMV discreción para aprobar pruebas adicionales de identidad y edad. Además, esta legislación protegerá los datos de los solicitantes de la divulgación injustificada.

De acuerdo con información proporcionada por el Senado de Nueva York, esta legislación crea ingresos gubernamentales adicionales, apoya a las empresas de Nueva York y aumenta la seguridad vial. En todo el estado, el Instituto de Política Fiscal estima que esta legislación generará $83.9 millones en ingresos del gobierno durante los primeros tres años y $6.4 millones en ingresos recurrentes a partir de entonces. En una declaración de apoyo, el Consejo Empresarial del Estado de Nueva York dijo que esta legislación es "una oportunidad para aumentar la capacidad de estos neoyorquinos de apoyar a los empleadores y empresas locales". En Connecticut, donde se implementó una política similar hace cuatro años, Han habido casi 4,000 condenas por conducir sin licencia y los choques de fuga y fuga han caído un 9% entre 2016 y 2018.

 De inmediato, otras reacciones a favor y en contra de la nueva ley, no se hicieron esperar.

La Fiscal General Letitia James emitió el siguiente comunicado: “Apoyo el Proyecto de Ley de Luz Verde, y la Oficina de la Fiscal General ha llegado a la conclusión de que esta medida es constitucional. No emitiremos ninguna opinión sobre las acciones que el gobierno federal pueda o no tomar. Esta medida está bien diseñada y contiene amplias protecciones para todos aquellos que soliciten licencias de conducir. Si este proyecto de ley se promulga y luego se impugna en un tribunal, lo defenderemos energéticamente”.

Por su parte, el senador Jim Tedisco, uno de los principales oponentes de esta propuesta, dijo que presentará una enmienda para proteger a los secretarios de condado que se nieguen a emitir las licencias de conducir.

"La entrega de licencias de conducir a los que están ilegalmente envía el mensaje equivocado a los ciudadanos honestos y respetuosos de la ley, así como a aquellos que intentan hacer lo correcto y han estado en línea durante bastante tiempo para convertirse en ciudadanos estadounidenses. Si hay un conjunto de aros por los que los ciudadanos tienen que saltar para ganar sus privilegios, pero no hay estándares para los que están aquí ilegalmente, ¿cuál es el punto de la ciudadanía cuando puedes colarte al frente de la línea y aprovechar nuestro sistema? No nos equivoquemos, si continuamos por este peligroso camino, nos convertiremos en los Estados Unidos de no ciudadanos ", dijo el Senador Tedisco. 

En tanto, la también senadora republicana Patty Richie manifestó: "Continuamente me he opuesto a esta medida por varias razones, principalmente porque abre el estado de Nueva York a riesgos de seguridad, aumentará la probabilidad de fraude electoral y cargará a los gobiernos locales con otro mandato no financiado, ya que la mayoría de las oficinas del DMV necesitarán contratar nuevos Personal para manejar la afluencia de solicitudes de licencias. Obtener una licencia de conducir no es un derecho, es un privilegio reservado para los neoyorquinos respetuosos de la ley. En pocas palabras, cualquier persona que esté en nuestro país ilegalmente está infringiendo la ley y no debe ser recompensado por hacerlo.

ANTECEDENTES

De acuerdo con un reporte de la Agencia EFE, el pasado 6 de junio, un grupo de activistas y de legisladores afroamericanos pidieron al Senado que aprobara este proyecto antes de que finalice la actual sesión legislativa, el 19 de junio.
Los indocumentados podían conducir en Nueva York antes de los atentados contra las Torres Gemelas, en 2001, pero un año después, el entonces gobernador, George Pataki, impuso el requisito de presentar el documento del seguro social para sacar o mantener la licencia de conducir, lo que llevó a que miles perdieran el permiso.
El proyecto, conocido también como "La ley luz verde" (The Green Light Bill, en inglés) fue presentado como una garantía para "mejorar la seguridad de las carreteras de Nueva York, impulsar la economía estatal y proteger a los trabajadores neoyorquinos y sus familias".
El presidente del Congreso estatal, Carl Heastie, aseguró que con esta norma se garantizará que "todos los conductores están preparados, han sido examinados y están asegurados" lo que permitirá "unas carreteras seguras para todos" y que las "industrias tengan la mano de obra que necesitan para mantener en movimiento" la economía.
Crespo agregó que con la aprobación de la normativa "las familias de los inmigrantes ganarán en tranquilidad cuando sus seres queridos están en la carretera".
Con la nueva ley, las personas que no estén afiliadas a la seguridad social, podrán presentar una declaración jurada firmada para poder acceder a los exámenes de conducir.
Asimismo, apuntó que con la reforma de la ley, el Gobierno generará 57 millones de dólares de beneficios anuales, además de un extra de 26 millones en la obtención de las nuevas licencias.
El presidente del Congreso citó un estudio de 2017 de la Universidad de Stanford, según el cual, la introducción de una ley de similares características en California redujo el número de accidentes con huida de los pilotos entre un 7 % y un 10 %.
Heastie concluyó que tras su aprobación la nueva ley hará la vida más fácil a unos 265.000 indocumentados que tienen que ir al trabajo, hacer la compra o llevar a sus hijos al colegio.

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"Anunciaré la campaña para mi segundo mandato presidencial junto a la primera dama Melania (Trump), el vicepresidente Mike Pence y la segunda dama, Karen Pence, el 18 de junio en Orlando, Florida", adelantó el mandatario en su cuenta personal de Twitter.

Washington, 31 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que lanzará oficialmente la campaña para su reelección el próximo 18 de junio en la ciudad de Orlando, en el estado de Florida.
"Anunciaré la campaña para mi segundo mandato presidencial junto a la primera dama Melania (Trump), el vicepresidente Mike Pence y la segunda dama, Karen Pence, el 18 de junio en Orlando, Florida, en el centro Amway, con capacidad para 20.000 personas", adelantó el mandatario en su cuenta personal de Twitter.
Trump realizó este anuncio el mismo día en que medios locales se hicieron eco de un sondeo del Centro de Estudios Políticos Estadounidenses de la Universidad de Harvard que apunta que el mandatario se encuentra en su momento de mayor popularidad desde hace dos años.
Según esta encuesta, el 48 % de los estadounidenses aprueba la labor del presidente, frente a un 52 % que la desaprueba. La última vez que Trump obtuvo un respaldo semejante, de acuerdo a los datos de dicha universidad, fue en junio de 2017.
Por el momento, el exgobernador del estado de Massachusetts Bill Weld es el único republicano que ha anunciado que se enfrentará a Trump para hacerse con la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de 2020.
Además, el exgobernador de Ohio, John Kasich, y el gobernador de Maryland, Larry Hogan, han dicho que lo están considerando.
Sin embargo, la presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés), Ronna McDaniel, ha recomendado a los posibles rivales del actual presidente que no presenten su candidatura en las primarias de esta formación política.
El panorama es bien diferente en la oposición, donde un total de 23 candidatos han anunciado su intención de postularse.
El exvicepresidente Joe Biden lidera las encuestas demócratas con un 34 % de intención de voto, el doble que su principal rival, el senador izquierdista Bernie Sanders (17 %), al que siguen las senadoras Elizabeth Warren (9,8 %) y Kamala Harris (8 %), según un promedio de Real Clear Politics.

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El director del USCIS es la última víctima de la purga de los últimos meses dentro del Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la política migratoria, y que llevó a la renuncia de su titular, Kirstjen Nielsen, a quien Trump reclamó mayor dureza a la hora de combatir la inmigración irregular.

Washington,  (EFE).- El director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, en inglés), Lee Francis Cissna, ha presentado su renuncia y dejará el puesto este 1 de junio, en un momento en el que el presidente Donald Trump ha endurecido su política migratoria, informó este martes a Efe un portavoz de esa agencia.
La fuente indicó que Cissna ya ha presentado su renuncia y el 1 de junio abandonará USCIS, que con 240.000 empleados se dedica a regular el sistema de migración legal a Estados Unidos mediante la concesión de visados, asilo y también de la ciudadanía estadounidense.
Esa fuente rechazó confirmar si el sucesor de Cissna podría ser el ultraconservador Ken Cuccinelli, fiscal general del estado de Virginia entre 2010 y 2014 y que se ha enfrentado al aparato del Partido Republicano.
El viernes, el diario The Washington Post señaló que Trump sopesaba designar a Cuccinelli como director de USCIS.
Concretamente, en 2014, Cuccinelli alentó una ola de candidatos conservadores en las primarias republicanas para desafiar el poder del aparato, lo que le ha costeado la enemistad del líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, y de otros legisladores.
Ante la posibilidad de que Cuccinelli se convierta en jefe de USCIS, el sindicato mayoritario de trabajadores de la agencia ha arremetido contra Trump y le ha acusado de querer "destruir" la agencia.
Cissna no ha explicado por qué ha decidido renunciar al cargo y, en una carta dirigida a sus empleados y a la que accedió Efe, se limitó a felicitarles por haber establecido "con cuidado" las bases para "reformas legales muy necesarias que vendrán en un futuro próximo".
El director del USCIS es la última víctima de la purga de los últimos meses dentro del Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la política migratoria, y que llevó a la renuncia de su titular, Kirstjen Nielsen, a quien Trump reclamó mayor dureza a la hora de combatir la inmigración irregular.
A mediados de este mes, Trump presentó un plan de reforma del sistema legal de inmigración en el que lleva meses trabajando su yerno, Jared Kushner.
El plan busca cambiar el actual sistema migratorio, basado en la reagrupación familiar, para basarlo en el mérito y admitir en EE.UU. a más trabajadores cualificados y menos familias.
La propuesta mantendría intacto el número de permisos de residencia permanente que EE.UU. concede al año, pero cambiaría el perfil de los destinatarios del 1,1 millón de "tarjetas verdes".

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