Compareció este lunes ante la corte un joven de 23 años, residente de West Springfield, Massachusetts, acusado de causar la muerte de al menos siete motociclistas, y heridas a otros tres, en un aparatoso accidente ocurrido en New Hampshire durante el fin de semana. Entre las víctimas había un residente de Rhode Island, una pareja de esposos y varios veteranos.

Volodymyr Zhukovskyy conducía un camión arrastrando un remolque de plataforma, con el cual se estrellaron a los motociclistas, quienes fomaban parte de un club y viajaban en grupo. El hecho ocurrió en la Ruta 2, en Randolph. Los motociclistas se desplazaban en dirección Este y el camionero se dirigía hacia el Oeste, según informó la Policía Estatal de New Hampshire. El conductor enfrenta siete cargos de homicidio negligente y se espera que será procesado este martes en la Corte Superior, en Lancaster.

Las víctimas fueron Michael Ferazzi, de 62 años, de Contoocook, New Hampshire; Mazza, de 59 años, de Lee, New Hampshire; Desma Oakes, 42 años, de Concord, New Hampshire; Aaron Perry, 45 años, de Farmington, New Hampshire; Daniel Pereira, 58 años, de Riverside, Rhode Island; y  la pareja formada por Jo-Ann y EdwardCorr, amos de 58 años, residentes de  Lakeville, Massachusetts

Zhukovskyy trabajaba como conductor de la empresa Westfield Transport, en Massachusetts. Al momento del accidente estaba realizando el que era apenas su segundo viaje como camionero para esta compañía, por lo que se encontraba aun dentro de un período de prueba.

Las circunstancias exactas en que se produjo el accidente están siendo investigadas por las autoridades.

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Horas antes de que comenzaran las redadas masivas anticipadas por medios locales en diez ciudades del país, Trump decidió esperar "dos semanas" para que demócratas y republicanos planteen soluciones a la situación en la frontera con México.

Washington, 23 jun (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió este sábado dar un compás de espera a las deportaciones, cuyo anuncio puso en alerta a dirigentes y organizaciones mientras los inmigrantes preparan planes para encarar esa amenaza.
Horas antes de que comenzaran las redadas masivas anticipadas por medios locales en diez ciudades del país, Trump decidió esperar "dos semanas" para que demócratas y republicanos planteen soluciones a la situación en la frontera con México.
"A solicitud de los demócratas, he retrasado el Proceso de Remoción de Inmigración Ilegal (Deportación) por dos semanas para ver si demócratas y republicanos pueden reunirse y encontrar una solución a los problemas de asilo y los vacíos legales en la frontera sur", escribió Trump en Twitter.
Pero advirtió: "si no, comienzan las deportaciones".
Previamente, el gobernante amenazó con deportar a quienes entren ilegalmente al país y se quejó de que personas con orden de deportación "han huido de la ley y han huido de los tribunales".
La sorpresiva decisión fue antecedida por un pedido de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, quien llamó a suspender las redadas "sin corazón" y advirtió que "inyectarán el terror" en el país.
Pelosi recordó a Trump que así como "habló sobre la importancia de evitar el daño colateral de 150 vidas en Irán" cuando desistió de un ataque en ese país en respuesta al derribo el jueves de un dron estadounidense, hiciera lo mismo para evitar "el daño colateral a decenas de miles de niños que están asustados por sus acciones".
La jefa de la Cámara Baja se sumó a numerosas voces que rechazaron el anuncio de las redadas, entre ellas la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien calificó este viernes de "despreciable acto de racismo y xenofobia" esas acciones.
Preocupados por la situación, un grupo de inmigrantes se reunió este sábado en Fairmount Heights, un pueblo del estado de Maryland, para conocer sus derechos y qué hacer si un agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) toca a su puerta.
"El objetivo es cuidar y mantener a las familias integradas", explicó a Efe Morena Zelaya, una delegada comunitaria salvadoreña de la organización CASA, que recomendaba a los asistentes "educarse", "guardar silencio" y "tener un plan".
"A veces son dos personas indocumentadas con tres niños, entonces es (tener) un plan, o sea, qué va a pasar si a mí me agarran, dónde van a ir estos niños (...) un número de teléfono de un abogado y un número de teléfono de un familiar al que pueda usted llamar para que esta persona sepa qué hacer", complementó.
Para Zelaya, la amenaza de deportación no afecta solo a los indocumentados sino a los solicitantes de asilo, los jóvenes "soñadores" del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y los beneficiados con el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Junto a ella, Tania Reina, una abogada de especializada en migración de CASA nacida en Perú, explicaba la importancia de "saber sus derechos" y recomendaba que en caso de que un agente migratorio toque a su puerta no abrirla y asegurase que haya una orden de registro.
"Si un familiar no llega a casa, la familia tiene que saber qué hacer", comentó Reina, quien apuntó que aprenderse de memoria el teléfono de un abogado puede ser clave para un inmigrante si enfrenta a una detención.
Los asistentes al encuentro, folletos en mano impresos en español e inglés, y con cara de preocupación, intentaban entre tanto resolver varias de sus interrogantes.
Angélica, una mexicana con ya 22 años en EE.UU., relató a Efe que es la única de su familia angustiada por las deportaciones, ya que sus hijos son nacidos en el país y su esposo tiene permiso de trabajo.
"Ahora es más terrible que nunca. Antes no se vivía con este temor, antes no se hablaba de tantos arrestos (...) Ahora somos el target, el punto, del presidente para atacar, antes no era así, andaba uno muy tranquilo, pero ahora es totalmente diferente", dijo.
Marvin del Valle, un guatemalteco que desde hace cinco años reside en el país y que hoy llegó con un bebé de apenas un mes de nacido en sus brazos y junto a su esposa, declaró a Efe que el anuncio de las redadas le cayó "como una bomba".
Este joven, quien se dedica a cortar árboles, césped y al arreglo de patios, no ocultó su temor de que por su trabajo deba viajar hasta dos horas.
Consultado lo que le diría al presidente Trump, admitió que no aspiraría a pedirle que legalice a los inmigrantes, pero sí "por lo menos déjennos tranquilos trabajando". 

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La columnista describió un supuesto encuentro con el presidente en el que este abusó sexualmente de ella en un vestidor de una tienda en New York, en 1995. Trump la acusa de inventar la historia para vender un libro.

Nueva York, 22 de junio (EFE).- La periodista Elizabeth Jean Carroll asegura que el presidente Donald Trump la violó en 1995 en el probador de una conocida tienda de Nueva York, según relata en un libro que se publicará el mes que viene y que este viernes adelantó la revista New York.
Carroll, conocida por su columna de consejos "Ask E. Jean" en la revista Elle, cuenta en el extracto que se encontró con Trump en los grandes almacenes Bergdorf en la calle 58 de Manhattan y que él le dijo "Ey, ¡tú eres esa señora de los consejos!", a lo que ella respondió: "Ey, ¡tú eres el magnate inmobiliario!".
Tras una breve charla, el ahora mandatario estadounidense le pidió "ayuda" para comprar un regalo a una "chica", ella accedió, y comenzaron una ruta por los grandes almacenes, buscando entre bolsos, sombreros, pieles y lencería.
La mujer relata cómo Donald Trump iba haciendo comentarios presumiendo de su riqueza y de que se planteó comprar esos almacenes y que incluso la llamó vieja cuando dijo que tenía 52 años -aproximadamente la misma edad que él-.
Al llegar a la sección de lencería, Donald Trump la instó a probarse una de las piezas, ante lo que ambos juguetearon y ella le pidió que fuera él quien se pusiera la prenda.
Cuando se cerró la puerta del probador, el multimillonario "me embistió, me empujó contra la pared, golpeándome la cabeza muy fuerte, y puso su boca sobre mis labios", de acuerdo con el relato de la mujer.
Carroll, en shock, actuó riéndose y empujándolo hacia atrás, pero él la agarró y la empujó de nuevo contra la pared y le bajó las medias, asegura.
"Al momento siguiente, todavía vistiendo su atuendo de negocio, camisa, corbata, traje de chaqueta y abrigo, se lo abre, se baja la cremallera del pantalón y, forzando sus dedos alrededor de mi zona íntima, empuja su pene a medias -o entero, no estoy segura- dentro de mí", narra la periodista.
La mujer consiguió zafarse en un encuentro que duró apenas tres minutos y en el que "no cree" que Trump eyaculara.
La periodista también responde por anticipado a las preguntas que sabe que este episodio puede propiciar: "¿Lo reporté a la Policía? No. ¿Se lo conté a alguien? Sí, a dos amigas íntimas. (...) ¿Tengo fotos o alguna prueba visual? Las cámaras de seguridad de Bergdorf deben habernos captado en la entrada de la tienda".
¿Y por qué no lo denunció antes? "Recibir amenazas de muerte, tener que abandonar mi casa, ser despedida, arrastrada por el barro, y unirme a las 15 mujeres que han salido con historias creíbles sobre cómo el hombre las agarró, molestó, menospreció, maltrató, acosó sexualmente y violó, solo para ver cómo ese hombre le da la vuelta, niega, amenaza y ataca, nunca sonó divertido", concluye.

Trump responde

El mismo viernes, el presidente salió al frente de esta denuncia, negando los hechos. Trump dijo que "nunca había conocido a esta persona" y acusó a Carroll de inventar esto para aumentar las ventas de libros, comparándola con mujeres que "acusaron falsamente" al juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh.
"Es una vergüenza para aquellos que inventan historias falsas de asalto para tratar de obtener publicidad por sí mismos, o vender un libro, o llevar a cabo una agenda política, como Julie Swetnick, quien acusó falsamente al juez Brett Kavanaugh", dijo Trump. "Es tan malo que la gente lo crea, sobre todo cuando no hay pruebas. Peor aún, para una publicación moribunda, tratar de apuntalarse a sí misma mediante la venta de noticias falsas: es una epidemia.
Luego agregó: "Si alguien tiene información de que el Partido Demócrata está trabajando con la Sra. Carroll o la revista New York Magazine, notifíquenos lo antes posible". El presidente también advirtió que "la gente debería pagar caro por esas falsas acusaciones". 

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Washington, 18 junio (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes que las autoridades migratorias iniciarán la próxima semana un proceso de deportación de "millones" de inmigrantes sin papeles.
"La próxima semana el ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) empezará un proceso para deportar a millones de inmigrantes ilegales que han entrado a Estados Unidos de manera ilícita. Serán deportados tan pronto como lleguen", aseguró Trump en Twitter.
El mandatario estadounidense no ofreció más detalles sobre los inmigrantes que se verían afectados por el proceso.
Lo que sí aseguró Trump fue que México "está haciendo un muy buen trabajo deteniendo a gente" antes de que alcancen la frontera estadounidense y anunció que "pronto" firmará un acuerdo con Guatemala de "tercer país seguro".
Con este acuerdo, Estados Unidos podría enviar a solicitantes de asilo de otros países a Guatemala, algo que también se ha planteado con México y que hasta la fecha ese país ha rechazado.
Estados Unidos y México acordaron a principios de mes que Washington pueda expulsar a su vecino del sur a todos los solicitantes de asilo centroamericanos que crucen la frontera de forma irregular.
"Aquellos que crucen la frontera sur de Estados Unidos para pedir asilo serán rápidamente devueltos a México, donde podrán esperar la resolución de sus solicitudes", indicaron los Ejecutivos de Trump y Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, "México autorizará la entrada a todas esas personas por razones humanitarias, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, mientras esperan la resolución de sus peticiones de asilo. México también les ofrecerá empleo, salud y educación de acuerdo a sus principios".
Cientos de miles de inmigrantes han llegado en los últimos meses a Estados Unidos en un flujo sin precedentes en la última década y que según cálculos del Gobierno de Trump alcanzará el millón de personas este año fiscal.
Estados Unidos detuvo en mayo en su frontera sur a más de 132.000 inmigrantes, un 30 % más que en abril y la mayor cifra registrada en un solo mes desde 2006.
Estos inmigrantes, en su mayoría, son familias centroamericanas que se entregan a las autoridades estadounidenses y piden asilo, trámite que les permite quedar en libertad y obtener permisos temporales de residencia y trabajo.

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