Cinco miembros de una misma familia, de origen guatemalteco, claman por ayuda tras un aparatoso accidente que casi les cuesta la vida, en Central Falls, cuando su auto fue impactado de frente por un conductor -presumiblemente borracho- que manejaba en vía contraria.
CENTRAL FALLS, RI.- La que estaba supuesta a ser una salida de diversión para celebrar un cumpleaños terminó convirtiéndose en una noche de terror y espanto en la que por poco pierden la vida cinco miembros de una misma familia. Aunque lograron salvarse del aparatoso choque en el que un conductor en vía contraria se estrelló de frente contra el vehículo en que viajaban, a casi tres meses de ocurrido el accidente estas personas siguen lidiando con las múltiples fracturas físicas y emocionales que sufrieron con el impacto.
Las víctimas de esta historia responden a los nombres de Emma Roxana Cano Canté, de 28 años; Melvin Aarón Cano Canté, de 30 años; Jéssica Rosmery Cano Canté, de 24 años; William Arnoldo Morataya Canté, de 27 años; y Santos de Jesús Franco Chacón, de 30 años. Todos son originarios de Guatemala. Era la madrugada del cuatro de julio del 2022, cuando el grupo de familiares regresaba a su casa después de salir juntos a cenar. El auto en que viajaban transitaba por la Broad Street de Central Falls cuando un vehículo tipo van los chocó de frente. Familiares de los afectados aseguran que el conductor de la van estaba manejando “bajo los efectos del alcohol y/o las drogas”.
Con el violento choque frontal, todos quedaron en situación muy complicada. Jéssica, quien al momento del accidente tenía tres meses de embarazo, se rompió las dos piernas, la cintura, el cuello, un brazo, además de sufrir heridas en la cara, y actualmente está en silla de ruedas; Emma terminó con varias costillas rotas, un pie, la cintura, el cuello y la clavícula fracturados, tiene golpes internos y ahora depende de una bolsa de osteotomía en el vientre para hacer sus necesidades fisiológicas. Ha necesitado varias cirugías y apenas este miércoles tuvo que ser llevada de emergencia al hospital debido a complicaciones relacionadas con su estado. Santos de Jesús, esposo de Emma, y quien iba conduciendo el carro accidentado, resultó con las dos piernas, el brazo y la cintura fracturados, además de sufrir golpes internos y un sangrado cerebral. Los médicos tuvieron que operarlo de emergencia para hacerle una reconstrucción facial, además le quitaron el vaso y parte de un riñón. William se rompió la mandíbula y una pierna; en tanto que Melvin se fracturó un pie, recibió golpes en la cabeza, además de varias contusiones y lesiones internas.
“Para mí esto ha sido muy duro porque ellos son la única familia que tengo aquí. Son mis tres hermanos dos hembras y un varón y mis dos cuñados. No puedo trabajar porque tengo que cuidarlos y ellos por su situación tampoco pueden trabajar”, se lamentó Aideé Cano Canté, quien tiene a su cargo también su hijo de un año y siete meses. La familia alega que ha tratado de conseguir auxilio en instituciones comunitarias pero no han recibido ninguna asistencia institucional, solo la caridad de amigos y vecinos que los han ayudado dentro de sus posibilidades con pequeñas contribuciones económicas de 20, 30 y 40 dólares, o donaciones de comida.
“Hay momentos en los que ya no sé qué hacer porque no tenemos cómo pagar la renta, cómo comprar comida. Somos una familia muy humilde. Somos de Guatemala y acabamos de llegar al país hace apenas cinco meses. Solo mi cuñado, el que iba manejando, tiene un año aquí. Me siento muy preocupada por la situación, ya que ninguno tiene seguro médico. A la única que le dieron seguro fue a mi hermana porque está embarazada de seis meses. El crecimiento de su bebé se ha visto afectado porque le pusieron un aparato por la quebradura del cuello”, dijo Cano Canté.
Indicó que la compra de medicamentos es otro desafío con el que tienen que lidiar. “Mi hermana usa una bolsa de osteotomía a raíz del accidente. Solo el tratamiento de ella para diez días me cuesta 180 dólares”. Dijo que han recibido facturas de cientos de miles de dólares que no saben cómo harán para poder pagarlas. Afirmó que en el Rhode Island Hospital hablaron con un trabajador social donde les dijeron que les podían hacer un descuento pero no quitarles la deuda por completo. El caso está en manos de un abogado que fue a su casa, les pidió información del caso pero desde hace más de un mes y quince días no han sabido nada sobre él.
Cualquier persona interesada en ayudar a esta familia puede hacerlo comunicándose con Aideé Cano Canté, llamando al (401) 218-4489. Consultada por este medio con respecto a este caso, la alcaldesa de Central Falls, María Rivera, declaró: “Yo llegué al lugar del accidente pero no pude comunicarme con ninguno de los familiares. Quedé sumamente impactada al ver lo severo del accidente. Cuando llegué ya la ambulancia se había llevado a todos los que fueron impactados. Gracias a Dios nadie perdió su vida. Yo sé que va a ser una larga recuperación para las personas impactadas y estamos aquí para ayudarlos en lo que esté a nuestro alcance”.
Familia guatemalteca clama por ayuda tras aparatoso accidente
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