El legado de Jim Taricani y Alvaro Leveron

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El pasado viernes 21 de junio, Jim Taricani falleció en su hogar, rodeado de su esposa y sus seres amados. Vivió sus 69 años a plenitud. Fue un gran profesional y un ciudadano ejemplar de Rhode Island. Pese a todos sus logros profesionales, el mismo Taricani explicó en una entrevista al Providence Journal que su mayor logro había sido vivir cada día, cada momento, al máximo. Esto gracias a la incalculable generosidad de un joven guatemalteco llamado Álvaro Leveron

Una madrugada de agosto en 1996, Álvaro Leveron, guatemalteco, de 22 años de edad, salía del International Club, una popular discoteca latina de Providence cuando fue víctima de una brutal paliza que lo dejó en estado de coma. 

Egresado de la Central High School, Leveron era un joven tranquilo y trabajador que vivía con sus padres en Providence. Según reportes policiales, al salir de la discoteca Leveron vio que un hombre desconocido agredía a una mujer. Quiso intervenir y fue golpeado de manera inmisericorde. Leveron falleció el 21 de agosto. Ese mismo día, Jim Taricani, el más renombrado periodista de la televisión en Rhode Island, recibió una llamada de su cardiólogo en el Massachusetts General Hospital. “Tenemos un corazón para ti, Jim.”

Resulta que años antes, al momento de sacar su licencia de conducir, el joven Leveron se había inscrito como donante de órganos. Con el acto sencillo de marcar una casilla en el formulario de solicitud, Leveron le cambiaría la vida a Jim Taricani.

Para mediados de 1996, el periodista, de 47 años de edad, se encontraba en una situación precaria. Su corazón fallaba y sus días estaban contados. Tenía meses esperando un milagro, la posibilidad de recibir un trasplante de corazón; posibilidad que parecía evaporarse en el calor del verano. Según explicó el mismo Taricani en una entrevista reciente, ese año murieron unas 757 personas en todo el país esperando un corazón que nunca llegó.

Taricani había llegado al periodismo casi por accidente. Tras graduarse de la universidad tocaba la trompeta con varias bandas cuando un día supo que una emisora de West Warwick solicitaba a un locutor. En 1979, pasó de la radio a la televisión al ser contratado por el canal 10 como reportero. Al poco tiempo, el encargado de investigaciones del noticiero abandonó el cargo y Taricani fue ascendido.

Taricani se destacó por sus investigaciones relacionadas al crimen organizado en Rhode Island. Específicamente con todo lo relacionado a la mafia italiana que, para aquel entonces, aún tenía una gran incidencia en la vida política y comercial del estado. Sus investigaciones llevaron al arresto de muchas figuras y el periodista fue galardonado en repetidas ocasiones por su trabajo.

Uno de los casos más sonoros fue el de Joe Mollicone, un banquero de Rhode Island cuyo desfalco millonario de un pequeño banco desencadenó una profunda crisis financiera que llevó al cierre de 45 bancos en el estado. Mollicone era prófugo de la justicia federal pero Taricani logró averiguar que tenía dos años escondido en el estado de Utah. Taricani viajó al lejano estado, confirmó que Mollicone realmente estaba ahí y alertó a las autoridades. Mollicone fue sentenciado a 30 años de cárcel. 

Taricani también jugó un papel notorio en el caso Plunder Dome, que llevaría a la cárcel por segunda vez al alcalde de Providence, Vincent Buddy Cianci. Taricani adquirió y publicó un video secreto que mostraba a un alto funcionario recibiendo un soborno monetario. El juez federal encargado del caso obligó al periodista a explicar cómo había conseguido dicho video, lo cual este rechazo siendo condenado a cuatro meses de cárcel domiciliaria, debido a su frágil salud. Taricani cumplio su sentencia y jamas dijo nada.

Irónicamente, este investigador célebre vio sus intentos frustrados al tratar de investigar sobre aquel misterioso joven que le había regalado la vida en 1996. Taricani quiso averiguar sobre la vida de Leveron, pero sus esfuerzos fueron infructíferos. Los padres de Leveron, al descubrir que el portador del corazón de su hijo era un periodista de renombre, optaron por irse del estado puesto que eran indocumentados y temían ser expuestos, según el propio Taricani explicó en una entrevista. Eventualmente regresaron a Guatemala.

Taricani intentó en varias ocasiones localizarlos para conocerlos y expresarles personalmente su agradecimiento, pero ellos no tienen interés alguno en comunicarse con el periodista. Jim Taricani fue veterano de la fuerza aérea norteamericana, músico, locutor, periodista, presentador de noticias y activista a favor de los trasplantes de órganos.

Recibió varios reconocimientos, entre estos: Premio Nacional a la Libertad de Prensa, cinco premios Emmy Awards, el premio Edward R. Murrow y el premio Yankee Quill Award - el mayor reconocimiento otorgado por la academia de periodistas de nueva inglaterra. Recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Rhode Island y una citación presidencial por actos heroicos durante su servicio en la fuerza aérea.

El pasado viernes 21 de junio, Jim Taricani falleció en su hogar, rodeado de su esposa Laurie White y sus seres amados. Vivió sus 69 años a plenitud. Fue un gran profesional y un ciudadano ejemplar de Rhode Island. Pese a todos sus logros profesionales, el mismo Taricani explicó en una entrevista al Providence Journal que su mayor logro había sido vivir cada día, cada momento, al máximo. Esto gracias a la incalculable generosidad de un joven guatemalteco llamado Álvaro Leveron

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