Carasaf Sánchez hace reír a todos con su humor repentista, sus parodias y caracterizaciones. Sus personajes más conocidos nacieron de la vida en el barrio, son graciosos y un tanto irreverentes, pero al hablar con el artista, el tono serio, firme, de sus palabras, no deja lugar a equivocación: para él, ha empezado una nueva etapa, en la cual la música es ahora el centro de su carrera.
“Mi pasión por la música siempre ha sido mi norte, pero yo he ido haciendo las cosas por etapas”, afirmó Sánchez, al ser entrevistado por Acontecer Latino, vía telefónica, desde la República Dominicana. “Cuando necesitaba crear mi propia imagen me hice diseñador, cuando necesité crear mis videos me hice editor. Pensé que si nadie me iba a producir algo tendría que aprender a hacerlo yo mismo. Ahora tengo el público, la capacidad de crear, tengo el nombre, entonces me dije ´bueno, ahora vámonos por lo que queremos: la música”.
Carasaf, nombre artístico que es una combinación de las primeras letras de sus nombres y apellidos reales (Carlos Ramón Sánchez Fernández), ha decidido alejarse de sus personajes y del humor que lo ha hecho famoso en las redes sociales. “Me estoy alejando del humor en las redes, pero si hay humor en el cine yo vuelvo y le doy”, aclara. “No quiero ya quemarme más como figura de comedias. No más personajes, solo yo, Carasaf”.
¿A qué se debe este giro?, se le preguntó: “Se debe al celo que tenemos los creadores de los personajes que creamos, que nos roban el nombre y luego pueden arruinarnos toda una carrera. La masa popular no sabe dividir el personaje del actor, la masa popular entiende que el personaje es real, que está vivo, a mi incluso hay gente que me dice “oye, dale las gracias a Carlota”. O sea, que yo debo darle gracias a mi propia creación. Yo soy un tipo preparado, me preocupa que yo sea Carlota simplemente mi vida entera”.
Decidió incursionar en la música urbana porque entiende que eso es lo que el público está consumiendo, “y no podemos darles la espalda a las cosas modernas”. Sin embargo, se ha propuesto marcar la diferencia con el contenido de sus letras, tal y como lo hizo con su éxito “Chamaquita”, una canción de contenido social que es una crítica al fenómeno que viven las familias pobres en el barrio donde las niñas “hacen de su futuro un desorden porque no tienen una buena guía”, según sus palabras. “Hay padres que aplauden que las niñas den golpes de barriga en los cumpleaños, o cuando ponen música, y no saben que les van haciendo daño. El barrio está lleno de esas niñas. Yo me inspiré en un grupo de niñas, hermanas, de mi barrio, que todas se casaron con un motorista que las preñó”.
Contrario a lo que pudiera creerse, la acogida que ha tenido su tema no ha sido para él satisfactoria al nivel que hubiera esperado. “La ha acogido el público pero las instituciones, los medios y compañía solamente se hicieron eco de algo que se hizo viral. Es como que “hablo de eso porque todo el mundo está hablando de eso, pero realmente a mi no me interesa”. Yo esperaba que las instituciones que se encargan de velar por los derechos de los niños tomaran esa canción como bandera y la alzaran, porque fue un regalo mío para mi país, y en cuatro meses mi país ya la olvidó”. Reveló que incluso le ofreció la canción gratis al Fondo de Naciones Unidas para la infancia UNICEF, pero no recibió respuesta.
Se quejó de que las canciones con letras vulgares popularizadas en el género urbano contribuyen a que los jóvenes asuman comportamientos inadecuadas. Su interés es hacer música de géneros distintos, no solo el urbano y no solo enfocado a la crítica social. Actualmente trabaja con la canción “Eplotate”, que es de corte jocoso pero tiene también un mensaje, de que las personas a las que tal vez dañas o ignoras vuelven a cruzarse en tu camino, tal vez en situación de desventaja. “Hay un mensaje ahí directo que es mi padre. Mi padre me abandonó cuando yo era niño, y yo lo puse ahí”, señala.
Le preocupa la falta de identidad entre los jóvenes, que es promovida desde los propios medios. “Quiero contribuir a fortalecer la identidad del dominicano. Yo soy un ejemplo vivo de que del barrio se pueden sacar cosas buenas”, señala el versátil artista dominicano, que además de ser cantante, compositor, humorista y actor, es también una figura popular en las redes sociales gracias a los videos que él mismo produce.
En la actualidad Carasaf, que es padre de tres niños -dos de ellos nacidos en Providence, está embarcado en una campaña de recaudar fondos entre sus seguidores para impulsar su carrera musical. El está seguro de que en el término de un año podrá devolver el dinero que reciba prestado, aunque agradece que muchos admiradores le han donado de manera desinteresada.
