Washington, 17 de marzo (EFE).- El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, presentó este martes un enorme paquete de estímulo fiscal de cerca de 1 billón de dólares, en el que se incluye el envío de "cheques" con efectivo a los ciudadanos "de manera inmediata", para contener el impacto económico del coronavirus.

"Estamos estudiando enviar cheques a los estadounidenses de manera inmediata (...) Los estadounidenses necesitan efectivo ahora", aseguró Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EE.UU., en una rueda de prensa en la Casa Blanca, al delinear algunas de las propuestas del multimillonario plan de estímulo fiscal que presentará hoy al Congreso.

"Y (con ello) quiero decir en las próximas dos semanas", afirmó Mnuchin, aunque evitó dar una cifra concreta acerca del monto.

La propuesta ya había sido lanzada este lunes por el senador y exaspirante republicano a la Casa Blanca en 2012, Mittt Romney, quien sí que puso un número: un cheque de 1.000 dólares a cada adulto para contrarrestar los efectos de la epidemia.

Los medios estadounidenses han adelantado que el paquete fiscal podría superar el billón de dólares entre aplazamientos del pago de impuestos, asistencia a sectores especialmente afectados como las aerolíneas u hoteles, y la mencionada entrega de efectivo a los ciudadanos.

Este plan superaría al lanzado para hacer frente a la aguda crisis financiera de 2008 por la Administración del entonces presidente, Barack Obama, de 700.000 millones de dólares.

Asimismo, Mnuchin insistió en el compromiso de mantener abiertos los mercados financieros, aunque reconoció que "en algún momento quizá se tengan que reducir los horarios" de funcionamiento.

Previamente, el Tesoro y la Reserva Federal dieron a conocer nuevas medidas excepcionales para aumentar la liquidez de los mercados financieros, por valor de más de 500.000 millones de dólares, ante las tensiones generadas por la rápida expansión del coronavirus.

"Vamos ser ambiciosos y atrevidos", remarcó el propio presidente Trump en la misma conferencia de prensa.

La propuesta, no obstante, debe ser discutida y aprobada por el Congreso de EE.UU., donde la oposición demócrata controla la Cámara de Representantes y los republicanos el Senado.

El Legislativo estadounidense ya aprobó un primer paquete de respuesta de 8.300 millones de dólares, destinado a fortalecer el sistema de salud.

El pasado viernes la Cámara acordó, además, otra propuesta que otorga la baja de enfermedad pagada para los trabajadores (algo que en EEUU no está garantizado a nivel federal) y el aumento del gasto social para personas de bajos recursos, por un total estimado de 100.000 millones de dólares.

Esta propuesta, sin embargo, aún no ha sido entregada al Senado para su consideración.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, señaló hoy que la Cámara Alta se mantendrá operativa hasta que "se pasen nuevas medidas significativas y valientes".

"Más allá de las aprobadas por la Cámara, para ayudar a nuestra fuerte nación y nuestra fuerte economía capear esta tormenta. Es momento de una acción contundente y bipartidista", dijo McConnell en el pleno del Senado.

El presidente Trump reconoció este lunes que es "posible" que la economía de EE.UU. se encamine a una recesión ante la magnitud de las medidas adoptadas para frenar la expansión de la epidemia, entre las que figuran la restricción de los viajes internacionales, las cancelaciones de eventos masivos y el cierre de bares y restaurantes.

De momento, al menos 5.702 casos de COVID-19 han sido confirmados en Estados Unidos, de los cuales casi la mitad están concentrados en los estados de Washington, California y Nueva York, y hay al menos 94 muertos a causa del virus, según datos de la Universidad John Hopkins.

A nivel global, Europa es actualmente el foco de la pandemia de coronavirus, la enfermedad de la que se registran cerca de 29.000 casos en Italia, más de 9.000 en España, unos 5.400 en Francia y 4.900 en Alemania, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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La vacuna se administrará en esta primera fase a un total de 45 voluntarios, todos ellos adultos sanos de entre 18 y 55 años de edad, que participarán a lo largo de seis semanas en el experimento

Washington, 16 de marzo (EFE).- Estados Unidos inició este lunes las pruebas en humanos de una vacuna contra el coronavirus, mientras las autoridades advertían de que el país llegó al "punto de inflexión" de una crisis que podría durar "hasta agosto" y pedían quedarse en casa todo lo posible para aplanar la curva de contagios.


Cinco estados, entre ellos Nueva York, anunciaron medidas estrictas para restringir el movimiento de sus ciudadanos ante el crecimiento exponencial del número de casos, que según las cifras oficiales asciende a 3.487 en todo Estados Unidos, con al menos 68 muertes relacionadas con la enfermedad.

LA PRIMERA PRUEBA EN HUMANOS DE LA VACUNA

En un centro de investigación en Seattle (Washington, noroeste), las autoridades sanitarias de Estados Unidos administraron este lunes por primera vez a un humano la vacuna conocida como RNA-1273, desarrollada específicamente para hacer frente a este brote de coronavirus.

"La fase 1 de la prueba clínica para evaluar una vacuna en investigación diseñada frente a la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) ha empezado", anunciaron en un comunicado los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés).

La vacuna se administrará en esta primera fase a un total de 45 voluntarios, todos ellos adultos sanos de entre 18 y 55 años de edad, que participarán a lo largo de seis semanas en el experimento, destinado a evaluar diferentes dosis del producto para comprobar su seguridad.

Según el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los NIH y ha desarrollado la vacuna junto a la compañía de biotecnología Moderna, el proyecto de inoculación frente al coronavirus ha tenido resultados prometedores en modelos animales.

Aunque el estudio ha avanzado a una "velocidad récord", en palabras del director del NIAID, Anthony Fauci, ese mismo funcionario dijo la semana pasada que no espera que haya una vacuna disponible para el uso público hasta dentro de 12 ó 18 meses.

Otros laboratorios del país y de todo el mundo están tratando de desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus, partiendo de diferentes enfoques. En el caso de la inoculación probada por el NIAID, se ha desarrollado gracias a estudios previos sobre los coronavirus que ocasionaron las epidemias de SARS y MERS.

"UN PUNTO DE INFLEXIÓN" EN EE.UU.

Sin embargo, el director general de salud pública del Gobierno de Estados Unidos, Jerome Adams, advirtió de que, incluso si se desarrolla rápidamente, la vacuna "no va a salvarnos en esta primera ronda" y solo será de ayuda "si el coronavirus vuelve el año que viene, o la próxima temporada", por lo que hay que tomar otras medidas.

"Estamos en un punto de inflexión crucial en este país. Estamos donde estaba Italia hace dos semanas. Si miramos las proyecciones, hay muchas posibilidades de que podamos ser como Italia", alertó Adams en declaraciones a la cadena Fox News.

Hace dos semanas, había unos 1.700 casos y 34 muertes por coronavirus en Italia; mientras que este lunes, el país europeo alcanzó los 27.980 contagios y 2.158 fallecidos en total.

En Estados Unidos, cuya población es más del quíntuple de la de Italia, las proyecciones apuntan a que el 70 % de los ciudadanos podría contagiarse y el número de muertos podría superar el millón si no se toman medidas para aplanar la curva de contagios.

TRUMP PIDE EVITAR LOS GRUPOS DE MÁS DE 10

Después de varias semanas de minimizar el problema, el presidente de EE.UU., Donald Trump, protagonizó este lunes la que quizá fuera su comparecencia más sobria hasta hora, en la que subrayó la responsabilidad colectiva ante el coronavirus y reconoció que la crisis es grave e incluso "podría" provocar una recesión.

"El momento en el que esto se disipe podría ser julio, podría ser agosto, o podría ser más tarde", advirtió Trump.

El mandatario dijo que por ahora no se está planteando imponer un "toque de queda nacional" que fuerce a los estadounidenses a un confinamiento obligatorio, aunque podría hacerlo más adelante.

Sin embargo, anunció nuevas recomendaciones de su Gobierno para hacer frente a la pandemia durante los próximos quince días, que incluyen trabajar desde casa y dar clases a los niños también en casa cuando sea posible.

Además, el Gobierno aconseja "congregarse en grupos de diez o más personas, evitar viajes no imprescindibles" y "evitar comer y beber en bares, restaurantes y zonas de comidas", explicó Trump.

Una decena de estados del país han impuesto ya medidas estrictas como el cierre obligado de gimnasios, cines, bares o restaurantes; mientras cada vez más estadounidenses se confinan voluntariamente en sus hogares para pasar una crisis sin fin a la vista.

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Houston (EFE).- El comisionado de la NBA, Adam Silver, primera liga del deporte profesional en Estados Unidos, que la pasada noche decidió la suspensión temporal de la temporada regular por causa del coronavirus, informó este jueves que la misma tendrá una duración de 30 días.

Silver aseguró a través de la cadena de televisión TNT, que había valorado en profundidad con los 30 dueños de los equipos las repercusiones que podrían darse de tomar una decisión de esa envergadura, pero tras el positivo al COVID-19 del pívot francés de los Jazz de Utah, Rudy Gobert, no tuvo ninguna duda en hacerlo.

Ahora los dueños consideran que un periodo de 30 días podría ser el más indicado porque además les daría tiempo para valorar todas las interrogantes que se plantean sobre el futuro de la liga.

Ante una situación en las que las cosas suceden de forma fluida y cambiante, la primera recomendación que se le hizo a los equipos fue que los jugadores pueden entrenar individualmente, pero que no se realicen entrenamientos en grupo.

Los Rockets de Houston confirmaron esta noche a la Agencia EFE que a través de un conferencia telefónica se les informó a todos los jugadores que de forma voluntaria se les podría facilitar el trabajo individual en las instalaciones del equipo sin que entrasen en contacto entre ellos.

La preocupación por la salud y la seguridad de los profesionales y de todas las personas ante la pandemia de coronavirus han cambiado rápidamente y cada vez hay más concienciación de lo que sucede.

De hecho, la acción de la NBA ya permitió que al escolta All-Star Donovan Mitchell, compañero de Gobert, se le descubriese que también está contagiado por el coronavirus y era uno de los titulares que estaban listos para jugar la pasada noche ante los Thunder de Oklahoma City, el primer partido que fue suspendido.

Ambos jugadores confirmaron las pruebas positivas en sus respectivas cuentas de Instagram y pidieron "responsabilidad" por parte de todos sobre la pandemia del coronavirus.

"La verdad es que hasta hace unos días o incluso hasta ayer, los expertos no tenían claro si, como asunto de salud pública, los campos de la NBA deberían estar sin espectadores", comentó Silver sobre lo rápido que cambiaron las cosas.

Silver señaló que el consenso era que las personas mayores de 70 años, con alguna dolencia subyacente o un sistema inmunológico débil no deberían asistir a los campos, pero siempre fue un tema abierto.

"Tomamos esa decisión de suspender la temporada, ya que sabía que había tenido el beneficio de varias horas de reuniones ese día con representantes de cada equipo sobre el asunto de que se diese la misma", agregó Silver. "En ese momento todos sabíamos que nos íbamos a dar un margen de tiempo para hacer bien las cosas".

Silver también ha estado en conversaciones con Michele Roberts, la directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto, y el base de los Thunder, Chris Paul, presidente del sindicato de jugadores, para informarles de todo el asunto.

Silver reconoció que ahora lo que se trata es de acortar al máximo el tiempo de suspensión, pero siempre en función de tener el conocimiento perfecto de todo lo que está sucediendo.

"Y en estos momentos no sabemos lo suficiente como para ser más específicos que eso. Pero queríamos dar instrucciones a nuestros jugadores, equipos y aficionados de que esto será aproximadamente al menos un mes", reiteró Silver.

El comisionado fue sincero cuando dijo que no podía responder si se podía establecer algún tipo de protocolo de cara a la vuelta de la competición tanto con o sin aficionados en las gradas.

"Creo que el objetivo y lo que tiene sentido es no comprometer la seguridad de nadie y en ese sentido, francamente, es demasiado pronto para saberlo", valoró Silver, que ha recibido el apoyo generalizado desde dentro y fuera de la liga por su valencia y decisión de suspender la competición.

Su decisión generó que en cadena, el resto de las ligas profesionales, el béisbol profesional de las Grandes Ligas, la Liga Profesional de Fútbol (MLS) de Estados Unidos, y la de Hockey sobre Hielo (NHL) decidiesen este jueves la suspensión también por al menos de un mes de todas las competiciones.

También esta noche, en una carta dirigida a los seguidores de la NBA, Silver dejó en claro que la liga tiene la intención de reanudar la temporada, pero "si es seguro para todos los interesados".

La otra labor importante que Silver aseguró que su equipo de trabajo realiza es mantener una coordinación permanente con todas las autoridades y expertos que puedan ayudar a superar la crisis.

"Mientras tanto, continuaremos coordinando con expertos en enfermedades infecciosas y salud pública junto con autoridades del gobierno para determinar protocolos seguros que nos permitan reanudar la competición", escribió Silver.

El comisionado dijo que nadie que hubiese comprado entradas anticipadas iba a tener problema tanto en poder asistir al partido que sea reprogramado o si no es posible devolverles su dinero.

"Esta sigue siendo una situación complicada y en rápida evolución que nos recuerda que todos somos parte de una sociedad más amplia con la responsabilidad de cuidarnos unos a otros", escribió Silver. "Eso es lo que la NBA continuará haciendo por encima de todo".

La NBA celebró dos reuniones completas de la junta de gobernadores el miércoles y este jueves.

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Washington/San Francisco (EFE).- El exvicepresidente Joe Biden ganó las primarias demócratas en al menos ocho estados este supermartes, mientras que el izquierdista Bernie Sanders se llevó cuatro, entre ellos el premio gordo de la noche: California.

A la espera de conocerse el reparto exacto de delegados, los resultados consolidan la pugna por el control del partido entre el aparato representado por Biden y la alternativa izquierdista con Sanders en cabeza.

Biden, cuya campaña se daba prácticamente por muerta hace apenas una semana, resurgió de las cenizas el sábado con una gran victoria en Carolina del Sur y este supermartes también barrió a Sanders en los estados sureños de Alabama, Oklahoma, Tennessee, Virginia, Carolina del Norte y Arkansas, en los que casi no había invertido recursos.

Las victorias del exvicepresidente de Barack Obama (2009-2017) no quedaron reducidas al conservador Sur y también se llevó los estados de Minnesota y Massachusetts, sobre el papel proclives a Sanders. Biden también lidera los escrutinios en Maine y Texas.

UN GOLPE SOBRE LA MESA DEL PARTIDO

La candidatura de Biden se vio propulsada por los acontecimientos de las últimas 48 horas, con el exalcalde Pete Buttigieg y la senadora Amy Klobuchar suspendiendo sus campañas en favor de la del ex vicepresidente, en lo que se ha interpretado como una golpe sobre la mesa del aparato del partido ante unas primarias divididas que beneficiaban a Sanders.

El senador, por su parte, confirmó las previsiones que lo situaban como el gran favorito a ganar el premio gordo del supermartes, California, y también salió victorioso en Colorado, Utah y su estado, Vermont.

"Tengo la absoluta confianza de que vamos a ganar la nominación demócrata y que vamos a derrotar al presidente más peligroso de la historia de este país", dijo Sanders en un mitin celebrado en Vermont.

"No podemos vencer a Trump con la misma política de siempre", añadió, en clara referencia a Biden, al que criticó por haber apoyado la guerra de Irak y recortes sociales a lo largo de su carrera política en el Congreso.

UN RESULTADO IMPREVISTO PARA BIDEN

El ex vicepresidente, por su parte, celebró desde Los Ángeles unos resultados que ni las previsiones más optimistas le auguraban.

"La gente está hablando de una revolución, pero nosotros hemos empezado un movimiento", aseguró el ex vicepresidente, en alusión a la "revolución" socialdemócrata que abandera Sanders.

Biden y Sanders aparte, el supermartes fue decepcionante para los otros tres demócratas que siguen compitiendo: la senadora Elizabeth Warren, el multimillonario exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg y la congresista Tulsi Gabbard.

Warren obtuvo resultados más bien discretos en la mayoría de los 14 estados, incluido el suyo propio, Massachusetts, en el que quedó por detrás de Biden y de Sanders con un 20 %.

Bloomberg, por su parte, que no participó en las primarias de febrero y debutaba este supermartes en la contienda, no logró ninguna victoria pese a invertir cientos de millones de dólares en publicidad a lo largo y ancho de los 14 estados.

SAMOA AMERICANA, PARA BLOOMBERG

Donde sí ganó Bloomberg fue en Samoa Americana, un territorio de ultramar de Estados Unidos que no puede votar en los comicios a la Casa Blanca, pero sí celebrar primarias partidistas; mientras que Gabbard, oriunda del archipiélago, se hizo aquí con sus únicos dos delegados en lo que lleva de carrera electoral.

El equipo de Bloomberg anunció que este miércoles "reevaluará" su continuidad en la contienda, mientras que Warren indicó que se estaba preparando para los seis estados que votarán el próximo martes, sin dar señales de suspender su campaña.

EL TROLEO DE TRUMP

Trump, por su parte, siguió de cerca las primarias demócratas y se dedicó a tuitear mensajes dedicados a Warren y Bloomberg con los apodos "Pocahontas" y "Mini Mike" por sus pobres resultados.

"Elizabeth 'Pocahontas" Warren, otra como Mini Mike, fue la perdedora de la noche. Ni siquiera estuvo cerca de ganar su estado de origen, Massachusetts. Bueno, ahora se puede sentar con su marido y tomarse una cerveza fría", se burló el mandatario.

En otro tuit, Trump publicó un vídeo de Bloomberg comiendo y chupándose los dedos y dijo irónicamente: "Mini Mike, no chupes tus dedos sucios. (Es) poco higiénico y peligroso para otros y para ti".

En las próximas horas se conocerá la distribución exacta de los 1.357 delegados que se repartían este supermartes -un tercio del total de las primarias- con los que se definirá si Sanders se mantiene en cabeza de la contienda o si le rebasa Biden.

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