Gómez llegó a vivir a Rhode Island a la edad de cuatro años, procedente de República Dominicana. Desde pequeño ha estado vinculado al arte, talento que logró desarrollar gracias al aprendizaje obtenido en diversas áreas en la Rhode Island School of Design (RISD), una de las universidades más prestigiosas en su género.
PROVIDENCE, RI.- René Gómez acudió temprano a la cita. El sitio escogido: La Broa´Pizzería, en la Broad Street, de Providence, un lugar que, al transcurrir la entrevista, se revelaría como el escenario perfecto para conocer cómo piensa este inquieto dominicano, oriundo del Cibao, que ama contar, a través del arte, la historia y la cultura de su país.
De hablar pausado y sonrisa tímida, Gómez es un artista natural que ama el “pop art”, el dibujo realista y la pintura, tres técnicas que logró conjugar en su mural “The golden flower” (La flor de oro), obra que se puede apreciar en una de las paredes de la pizzería.
“Quise que usted viniera aquí para que conozca las cosas que yo hago”, comentó Gómez, al explicar los detalles del mural, realizado a pedido de los propietarios del establecimiento, con la encomienda de hacer “algo dominicano, pero que pudiera ser apreciado por igual por personas de cualquier otra cultura”.
La figura central es la india Anacaona, personaje relevante de la cultura taína en la antigua isla de La Hispaniola. Gómez explica que la mujer no tiene color para representar la diversidad de tonos de piel de los dominicanos. El corazón en las manos de Anacaona representa la importancia de la calle Broad, en Providence, y los detalles de oro se relacionan con el significado de su nombre.
El mural tiene jeroglíficos indígenas, pero también símbolos alusivos a los billetes dominicanos, piedras de ámbar y la flor de la caoba, elementos distintivos de República Dominicana que, a simple vista, pasan desapercibidos entre los demás elementos de la pintura.
“Tal vez la gente ve este mural y no lo entiende, pero todo tiene un significado. Es un mural bonito, pero con mucho significado. Todo lo que está ahí está conectado con nuestro país. A mí me gusta hacer mi ´research´ (investigar). Así es como yo hago mi trabajo”, explica Gómez.
Amante de la historia
Gómez llegó a vivir a Rhode Island a la edad de cuatro años. Desde pequeño ha estado vinculado al arte, talento que logró desarrollar gracias al aprendizaje obtenido en diversas áreas en la Rhode Island School of Design (RISD), una de las universidades más prestigiosas en su género. Al llegar a la adultez, se dio cuenta de que no conocía a fondo la historia de su país y se dedicó a investigarla, obteniendo conocimientos que, más tarde, estaría ansioso por compartir.
Aunque su trabajo es de dominio público, en especial las representaciones artísticas que desde hace cuatro años empezó a hacer para el Desfile Dominicano, mucha gente ha empezado a escuchar de René Gómez de la manera en la que a él menos le hubiera gustado. Su caracterización del dictador dominicano Rafael L.Trujillo Molina, junto a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas durante la dictadura Trujillista, ha recibido las más duras críticas.
El artista confiesa sentirse triste por los ataques recibidos por parte de sus "hermanos dominicanos" y se lamenta de que su trabajo no ha sido bien interpretado, lo cual atribuye a que no hubo una explicación sobre su significado. “Nadie me preguntó, antes de criticar, lo que yo quería reflejar”, expresó, a modo de justificación.
Explicó que desde que empezó a vincularse con el Festival Dominicano se ha preocupado por incorporar la historia al Desfile.
“Yo veía que siempre eran las mismas cosas, y quería traer algo diferente. Como me gusta la historia de mi país, y me di cuenta de que hay muchas cosas que nuestra gente no conoce, comencé a trabajar personajes de diferentes épocas. La primera vez fue Mella, el cual la gente confundía con Duarte, lo cual me motivó aún más. En una ocasión hice a Duarte para una actividad de una emisora, y para otra en el City Hall. También trabajé en una carroza dedicada a las hermanas Mirabal, a las cuales admiro, por ser mujeres valientes que lucharon por sus ideales”.
Dijo que en la carroza que preparó para el Desfile Dominicano de este año, quiso hacer una especie de “timeline” o cronología, basada en el Monumento de Santiago, su obra de arquitectura favorita en República Dominicana.
“Tal vez mucha gente no sabe que ese monumento lo hizo Trujillo, y la carroza llevaba el monumento y tenía un letrero como se usaba en la época, por eso él estaba ahí. Con las hermanas Mirabal quise mostrar a las nuevas generaciones cómo se veían las mujeres de la época. Las escogí a ellas, además de mi admiración, porque precisamente son un símbolo también de esa época. Yo busqué gente experta en peinados y maquillaje antiguo, me fui a una tienda en Massachusetts para buscar vestidos ´vintage´y hasta conseguí muchachas que eran hermanas para asegurar el parecido. Es una lástima que la controversia opacó todo eso”.
Gómez enfatizó en que no hubo ninguna intención o interés político detrás de su caracterización, y que tampoco terceras personas estuvieron involucradas en su trabajo. “Yo puedo enseñarle mi cuenta de Amazon, para que vean las cosas que compré, de mi bolsillo. Yo estuve ahorrando casi por dos años para hacer ese trabajo, porque todo eso fue costeado por mí”.
El artista expresó respeto hacia quienes lo han criticado “Yo no lo estaba haciendo para glorificar a Trujillo. Yo entiendo el dolor que causó su dictadura a nuestro país, pero es una parte de nuestra historia que, aunque no queramos aceptarla, está ahí, no podemos borrarla” y tiene ángulos diferentes para contar.
Para el Desfile del año que viene, Gómez había pensado hacer una carroza representando a la Virgen de la Altagracia, madre espiritual de los dominicanos, pero ahora no está seguro de si sería una buena idea.
“No sé si vuelvo el año que viene, después de todo lo que pasó. Después de toda esta controversia, ahora pienso que hacer un homenaje a la Virgen de La Altagracia tal vez puede resultar también en algo que no le va a agradar a mucha gente”.
Lo que sí ha sido de gran agrado para este artista, que es padre de cuatro hijos y trabaja como gerente de tienda, es la acogida que han tenido sus “muñecas sin cara”, una idea original de su hermana Jeimy Gómez que él logró plasmar, con la ayuda de la modista Elsa Tavárez y el Atelier Deco-Sash.
“Me llamaron de Massachusetts para que las lleve a desfilar en Boston. A la gente les han gustado mucho las muñecas, por lo menos los que han criticado lo de Trujillo y las Mirabal, pero también han visto esto, podrán ver que después de todo no soy tan malo”, concluyó.
René Gómez, un artista comprometido con la historia de su país
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