Washington, 16 de julio (EFE).- La Casa Blanca afirmó este jueves que la ciencia no debería impedir la reapertura de las escuelas tal y como desea el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, unos comentarios que han desatado la polémica dentro del país.

En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, insistió en que Trump quiere que reabran todos los centros educativos con clases presenciales en vez de a través de internet, como han decidido varios condados del país, que son los que tienen las competencias en este caso.

"Cuando él (Trump) dice abiertas, quiere decir abiertas por completo, que los niños puedan ir a la escuela todos y cada uno de los días. La ciencia no debe entrometerse", manifestó McEnany.

En aparente contradicción, al mismo tiempo, la portavoz aludió a la ciencia para justificar la reapertura de los centros educativos.

Por ejemplo, citó un artículo publicado en la prestigiosa revista Journal of the American Medical Association (JAMA), en el que se explica que los niños tienen menos riesgo de contraer la enfermedad que los adultos; y argumentó que, sin ir a la escuela, los menores reciben menor atención psicológica.

"Pedimos a las localidades y los estados que simplemente hagan caso a la ciencia y que reabran las escuelas. Es muy peligroso para nuestros niños. No se reportan los abusos, hay depresiones e ideas suicidas que no reciben atención si los niños no van al colegio", afirmó.

La semana pasada, la Asociación Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) consideró que la ciencia debe ser la guía de la reapertura de centros educativos y no la política.

Asimismo, los comentarios de McEnany llegan en un momento de tensión entre asesores económicos y expertos médicos de la Administración.

En los últimos días, Peter Navarro, un importante asesor de Trump en materia de comercio e industria, ha criticado duramente al principal epidemiólogo del Gobierno de EE.UU., el doctor Anthony Fauci, por su manejo de la pandemia.

Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alergias de EE.UU., lleva semanas expresando preocupación por el repunte de casos en el país; mientras que Trump y sus asesores económicos creen que se ha hecho un gran trabajo y que la pandemia está controlada.

EE.UU. es el país del mundo más afectado por la pandemia con más de 3,5 millones de casos y 137.000 fallecidos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

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Miami, 15 de julio (EFE).- Florida superó este miércoles los 300.000 casos de COVID-19 al sumar más de 10.000 nuevos contagios en las últimas 24 horas, en medio de una creciente preocupación por la extensión de la pandemia y la falta de decisiones a nivel estatal.

El Departamento de Salud de Florida contabilizó hoy 10.181 casos nuevos y 112 muertes, que ponen la cuenta desde el 1 de marzo en 301.810 personas contagiadas y 4.521 fallecidas por la COVID-19 en este estado, el tercero en número de positivos en EE.UU.

Las cifras de este miércoles están lejos de los récord de 15.300 casos (12 de julio) y 132 muertes (14 de julio) en un día.

En Miami-Dade se contabilizaron este miércoles 2.514 positivos nuevos, que elevaron la cuenta a 72.317, en su vecino Broward y en Palm Beach los casos nuevos fueron 1.339 y 509, respectivamente y ahora las respectivas cuentas están en 34.153 y 22.788.

Eso significa que de los 301.810 casos y 4.521 muertes de Florida, 129.258 casos y 2.300 muertes se concentran en tres de sus 67 estados.

Desde el 1 de marzo hasta hoy ha habido en Florida 19.334 hospitalizaciones de acuerdo con el Departamento de Salud, que no informa de cuántas personas están ingresadas cada día por la COVID-19.

Sin embargo, por la Agencia de Administración del Cuidado de la Salud de Florida, se sabe que el 16,24 % de las plazas en las unidades de cuidados intensivos del estado estaban hoy libres.

LAS CAMAS DE UCI DISPONIBLES EN BAJADA

De los tres condados más afectados por la pandemia el nivel más bajo de disponibilidad (7,34 %) era el de Broward,

Miami-Dade tenía un 14,17 % disponible y Palm Beach, un 26,16 %.

Otro indicador importante el de casos positivos respecto a las pruebas realizadas en un día en el estado estaba este miércoles en un 18 %, pero en Miami-Dade era dos puntos más alto (20 %).

Desde el 1 de marzo se han realizado pruebas de COVID-19 a más de 2,73 millones de personas en Florida, que tiene 21,8 millones de habitantes, y un 11 % de ese total fue positivo.

PROBLEMAS CON LOS DATOS ESTADÍSTICOS

A las críticas al gobernador Ron DeSantis por no actuar frente al coronavirus y dejar todo en manos de autoridades condales y municipales y las peticiones para volver al confinamiento en las zonas más afectadas hoy se sumó la preocupación de que algunos laboratorios de análisis no están informando de los casos negativos a las autoridades del estado como es su obligación.

Eso significaría que los porcentajes de casos positivos que suministran las autoridades del estado no serían acordes con la realidad.

Personal del Departamento de Salud de Florida confirmó al canal televisivo Local10 que han detectado esa conducta irregular en algunos laboratorios privados y están solventando el problema para que no afecte a la "transparencia e integridad de los datos suministrados".

ADVIERTEN DE QUE TOMAR CLASES PRESENCIALES SERÁ UN "PELIGRO"

Entretanto, autoridades educativas de varios condados de Florida han decidido retrasar la fecha del inicio del nuevo curso escolar y otras han advertido que dada la situación creada por la COVID-19 no podrán reabrir las aulas para clases presenciales, como han ordenado las autoridades federales.

Durante una reunión hoy con la Junta Escolar de Florida, el gobernador, Ron DeSantis, se pronunció a favor de que la vuelta presencial a los colegios sea una elección personal.

"Lo último que quieres hacer es empujar a las personas si no se sienten cómodas", dijo DeSantis durante el encuentro, que tuvo lugar en la escuela preparatoria Strawberry Crestel, del condado Hillsborough (costa oeste).

Según recoge el matutino Tampa Bay, afuera de la reunión varios padres y profesores se manifestaron en contra de tomar clases presenciales por el peligro que representa en estos momentos.

Por su parte, el superintendente del distrito escolar Miami-Dade, el cuarto más grande del país, afirmó hoy que "no estamos listos para reabrir las escuelas".

"En realidad es (...) peligroso. Si las condiciones (en agosto) fueran lo que son hoy y si abriéramos escuelas hoy, eso sería absolutamente incorrecto", dijo Carvalho a Local 10.

En Miami-Dade hoy termina el plazo para que los padres de los alumnos de escuelas públicas opten por uno de tres tipos de planes para el nuevo curso, que va desde lo presencial a lo virtual, pasando por un combinado de ambos.

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Previamente, el mandatario publicó un mensaje en Twitter en el que aseguraba que "a Goya le está yendo muy bien" y criticaba que "la máquina de difamar de la Izquierda Radical ha tenido resultados contraproducentes, la gente está comprando como locos".

Washington, 15 de julio (EFE).- El presidente Donald Trump se sumó este miércoles a la polémica en Estados Unidos al promocionar la marca de alimentos de origen hispano Goya Foods, en medio del boicot lanzado por parte de la comunidad latina en contra de esa empresa después de que su consejero delegado, Robert Unanue, alabara el liderazgo del gobernante.

En una muestra de apoyo a la compañía, Trump publicó este miércoles en la red social Instagram una foto suya en la Casa Blanca, sonriente y con varios productos de la marca, entre ellos los frijoles.

Previamente, el mandatario publicó un mensaje en Twitter en el que aseguraba que "a Goya le está yendo muy bien" y criticaba que "la máquina de difamar de la Izquierda Radical ha tenido resultados contraproducentes, la gente está comprando como locos".

Trump se unía así a su hija y asesora, Ivanka, quien publicó anoche una instantánea similar con el lema: "Si es Goya, tiene que ser bueno", tanto en español como en inglés.

La curiosa imagen de Ivanka junto a la lata de frijoles se convirtió rápidamente en viral, ya que Goya enfrenta un ola de críticas por parte de destacadas figuras latinas como la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez o el artista Lin-Manuel Miranda, quienes han llamado a no comprar sus productos desde la comparecencia el jueves pasado de Unanue en un acto en la Casa Blanca.

"Si es Trump, tiene que ser corrupto", ironizó también en las redes sociales Ocasio-Cortez.

Más allá de los ataques en redes sociales, las imágenes de Ivanka y de Trump podrían suponer una violación de las leyes éticas para empleados federales, que prohíben que usen sus "puestos para respaldar cualquier producto, servicio o empresa".

El mandatario respalda así de forma explícita a Unanue, nieto de una pareja de inmigrantes españoles que abrieron una tienda de barrio en Nueva York en 1936, y quien encabeza ahora un imperio alimentario internacional.

"Estamos todos bendecidos (...) por tener un líder como el presidente Trump, que es un constructor. Y eso es lo que hizo mi abuelo, vino a este país a construir, crecer, prosperar. Tenemos un increíble constructor y oramos por nuestro liderazgo, nuestro presidente y nuestro país", dijo el pasado jueves Unanue, de 74 años.

Las palabras de Unanue, quien ya ha dicho que no tiene intención de pedir disculpas, ha agitado a la comunidad latina, su principal base de consumidores y a la que Trump ha hostigado en más de una ocasión con su agresiva retórica y a través de su política migratoria.

Goya Foods, con sede en Jersey City (Nueva Jersey), cuenta con 4.000 empleados y distribuye en EE.UU. productos de Latinoamérica, el Caribe y España.

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Washington, 12 de julio (EFE).- Florida anunció este domingo que en las últimas 24 horas más de 15.300 personas han contraído el coronavirus, lo que supone un récord no solo para ese estado sino para todo EE.UU., que nunca antes había registrado tal aumento de casos desde que comenzó la pandemia.

Florida se convirtió en el nuevo epicentro del virus en el país al registrar este domingo un incremento que dejó atrás el récord que registró California la semana pasada con 11.694 nuevos casos diarios y la cifra de 11.571 que reportó el 15 de abril Nueva York, cuando ese estado era el más golpeado por el virus.

HOSPITALES EN FLORIDA, AL 80 %

El rápido aumento de casos ha puesto contra las cuerdas a los hospitales de Florida, que tienen ocupadas un 76,4 % de las camas para ingresos generales y un 81,2 % de las camas de cuidados intensivos (UCI), indicó este domingo la Agencia para la Administración de la Atención Médica (AHCA).

La situación es peor en el condado de Miami-Dade, el más poblado del estado y donde están siendo usadas el 94,8 % de las camas para cuidados intensivos.

Este domingo, el alcalde de Miami-Dade, el republicano Carlos Giménez, avisó que los hospitales del condado pronto podrían quedarse sin camas y sin ventiladores para los pacientes más graves.

"Ha habido definitivamente un aumento de la cantidad de personas que han ido al hospital, de ingresos en las unidades de cuidados intensivos y de los pacientes con ventiladores. Todavía tenemos capacidad, pero sí que estoy preocupado", manifestó Giménez en una entrevista con la cadena CNN.

El regidor indicó que ya algunas habitaciones de hospitales han sido convertidas en unidades de cuidados intensivos y afirmó que ese trabajo continuará.

CRECEN LOS CONTAGIOS EN 37 DE LOS 50 ESTADOS

Los casos no han crecido solo en Florida y, de hecho, 37 de los 50 estados de EE.UU. han visto aumentos durante la última semana, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

De esa forma, la cifra de nuevos contagios superó el sábado por tercer día consecutivo la barrera de los 60.000 casos, arrastrada por los brotes en el sur y el oeste del país, donde los hospitales de algunos estados están a punto de colapsar.

En concreto, además de Florida, diez estados están al límite de su capacidad hospitalaria: Arizona tiene ocupadas el 79,1 % de las camas, lo que supone el peor dato, seguido de Nevada (77,4 %), Alabama (75,1 %), Carolina del Sur (75 %), Kentucky (74,7 %), Massachusetts (74,6 %), Virginia Occidental (74 %), Georgia (71,4 %), Delaware (71,1 %) y Texas (70,1 %), según los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

Ante el repunte de casos, el presidente de EE.UU., Donald Trump, se ha resistido a trazar una estrategia a nivel federal y su Gobierno este domingo volvió a pedir a las escuelas que reabran sus puertas en agosto para el comienzo del nuevo curso.

TRUMP QUIERE QUE LOS NIÑOS VUELVAN A LA ESCUELA

Este domingo, la secretaria de Educación, Betsy DeVos, se paseó por las principales cadenas de televisión para presionar por la reapertura de centros educativos.

"Creo que el objetivo debe ser que los niños vuelvan a la escuela, en persona, en el aula, porque sabemos que para la mayoría de los niños, ese es el mejor ambiente", afirmó DeVos en CNN.

La responsable de Educación no detalló qué medidas de precaución deben tomar las escuelas si deciden dar clases presenciales y tampoco respondió a preguntas sobre si el Ejecutivo dará ayudas económicas a los colegios que necesiten adaptar sus infraestructuras.

En respuesta, Nancy Pelosi, la demócrata de mayor rango en Washington, acusó a DeVos de "ignorar la ciencia" y de estar "incumpliendo su deber" de proteger a los menores.

"Esto -dijo Pelosi- es espantoso. El presidente y su Administración están jugando con la salud de nuestros niños. Todos queremos que nuestros hijos regresen a la escuela, los maestros, los padres y los niños, pero queremos que regresen de manera segura".

EL FACTOR ELECTORAL

Para algunos analistas, con su empuje para que haya clases presenciales, el mandatario está intentado captar el voto de las mujeres de clase media y baja que quieren que sus hijos vuelvan a la escuela para poder regresar a sus puestos de trabajo.

Trump opta a la reelección en las elecciones de noviembre próximo, pero en las últimas encuestas ha aparecido por detrás del exvicepresidente Joe Biden, virtual aspirante demócrata.

El mandatario tiene previsto aceptar la nominación de su partido en Jacksonville (Florida), en un estadio con capacidad para 15.000 personas. De momento, ese evento sigue en pie pese al aumento de casos en ese estado.

Según la Universidad Johns Hopkins, EE.UU. sigue siendo el país del mundo con más casos (3,28 millones), mientras que 135.000 personas han fallecido por el virus.

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