Emocionado por los recuerdos, porque como bien dice un refrán “Recordar es vivir”, Stanley contó que cuando llegó a la Broad Street, “esto era un desierto” y que en ese tiempo “la mayoría de casas y edificios del área estaban quemados o abandonados”, y los comerciantes hispanos “levantamos la calle Broad de las cenizas”.

PROVIDENCE, RI.- Hace casi 40 años que Sixto Taveras, a quien todos conocen con el alias de Stanley, tomó las riendas del taller de mecánica, ubicado en el 911 Broad Street en Providence, guiado por la pasión incontenible de un oficio que aprendió desde muy niño por instrucción de su padre, un mecánico de profesión, oriundo de San Francisco de Macorís en la República Dominicana.

Y aunque no en vano han pasado los años, a Stanley, de 67 años de edad, se le puede ver hoy, como el primer día, trabajar sin chistar seis días a la semana en la única profesión que ha conocido y la que asegura dejará de ejercer el día que muera.

Fue en febrero de 1978 (llegó a Nueva York en 1977 procedente de RD), luego de una catastrófica nevada que azotó Rhode Island, que Stanley se muda a Providence, con la intención de emprender un negocio familiar junto a un primo. El taller, que en sus inicios se llamaba ‘Taveras Garage”, pasó a ser, seis años más tarde, “Stanley Auto Services”.

Emocionado por los recuerdos, porque como bien dice un refrán “Recordar es vivir”, Stanley Taveras contó a ACONTECER LATINO que cuando llegó a la Broad Street, “esto era un desierto”. Aseguró que por aquellos años, “la mayoría de casas y edificios del área estaban quemados o abandonados”, y que fueron los comerciantes hispanos, que se radicaron en el lugar, quienes “levantamos la calle Broad de las cenizas”.

Joven pionero

Con apenas 26 años, sin conocimientos del idioma y en un país lejano, Stanley logró lo que pocos han podido, al convertirse en uno de los hispanos pioneros en el negocio de la reparación de automóviles, y en el primer emprendedor que abrió, uno tras otro, tres negocios, sin recursos ni apoyo. Stanley fue propietario de una tienda para venta de repuestos nuevos, un taller de reparación de motores de arranque y alternadores, y un taller de desabolladura y pintura, todos en el sur de Providence.

“Habían pocos hispanos en el área y solo dos talleres de mecánica, Andrés y yo” señala don Sixto. “Nosotros fuimos los pioneros de los talleres de la Broad, y yo fui el primero que tuvo un Auto Parts y un Body Shop en esta ciudad”, manifiesta con evidente satisfacción.

Destaca que en esos años, en la flor de la juventud, trabajaba sin parar dio y noche, y solo salía del taller para dormir. “Yo pensaba que era una máquina. Nada me detenía ni me atemorizaba. Siempre he logrado lo que me he propuesto. Mi primer negocio lo abrí al año de llegar a este país. En ese tiempo los negocios operaban con el ‘tax number’ y no requerían licencia para operar. Fue en 1993 cuando empezaron a exigir licencias y permisos para este tipo de negocios”.

El empresario dominicano comenta que esos fueron sus mejores años en el negocio y que le iba muy bien. “Recibí muchos reconocimientos y placas en esos años por mi trabajo y trayectoria. Cianci me entregó varios reconocimientos. También recibí placas del estado y del gobernador de ese época”.

Manifiesta que siempre ha sido un fiel colaborador de las actividades culturales, artísticas y deportivas del estado. “Fui el primero que aportó recursos para la realización del primer festival dominicano en el estado. Recuerdo a Margarita Cepeda cuando venia al taller buscando apoyo para el evento. También puse mi granito de arena para impulsar el deporte en Providence. Patrociné por varios años, los primeros equipos de softbol de la ciudad, cuando nadie quería apoyarlos”.

Apasionado por el mar

Sixto “Stanley” Taveras es un apasionada de la mecánica automotriz y del mar. No terminó la escuela intermedia porque desde los siete años trabajaba con su padre en el taller, y hoy, 60 años después asegura que “si volviera a nacer, volvería a ser mecánico”, y que de no haber logrado salir adelante en este oficio, “me hubiera encantado ser capitán de barco. Me fascina el mar. Tengo dos botes, y cuando no estoy en el taller, ese es mi lugar favorito”.

No obstante haber abandonado la escuela de niño, el empresario reconoce que la educación es la clave del éxito y exhorta a los jóvenes a estudiar, no rendirse y luchar por alcanzar sus sueños.

A la pregunta de si tiene algún sueño que aun no ha realizado, Stanley respondió: “A esta altura de mi vida y aunque no lo crean, sí tengo un sueño. Me gustaría poder vivir en paz, con tranquilidad y compartir con mi familia el tiempo que me resta de vida”.

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PROVIDENCE, RI.- Los dueños de negocios de Providence ya no tienen que acudir personalmente a la Alcaldía de la ciudad capital para solicitar o renovar una licencia, gracias a la implementación de un moderno sistema que permitirá hacer el trámite por Internet desde la comodidad de su oficina o empresa.

El alcalde Jorge Elorza dijo que tras la implementación de este programa “los propietarios de negocios pueden pasar más tiempo en sus empresas y no esperar en una línea en la Alcaldía. Animo a todos a usar este programa hoy para renovar o solicitar una licencia”.

Los dueños de negocios pueden visitar www.providenceri.gov/board-of-licenses/ y seleccionar la opción Apply Online. Un clic los llevará al sistema que ofrece varias opciones para permisos y licencias. Se requerirá una cuenta de usuario para completar la solicitud en Internet, la cual se puede pagar con tarjeta de crédito o cheque electrónico.

Como parte del sistema, Viewpoint ofrece tres opciones de aplicación para elegir una vez que el solicitante inicia una sesión. Esta herramienta combina aplicaciones que eliminan la necesidad de que los solicitantes envíen información duplicada que se repita en múltiples aplicaciones.

El sistema admite aplicaciones para todas las licencias, excepto para las de Body Works (trabajos de carrocería). Esto incluye licencias de licor; entretenimiento / evento y Vendedores de un día; y nuevas licencias de alimentos, restaurantes, tabaco o combustible. El sistema también procesa los permisos para construcción, trabajos eléctricos, mecánicos y de fontanería.

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Los facilitadores de HealthSource RI explicaron las coberturas, planes, requisitios y sistema de eligibilidad, entre otros tópicos de interés.

CRANSTON, RI.- La Cámara Hispana de Comercio  de Rhode Island organizó un encuentro con dueños de negocios locales en el que representantes del mercado de seguros médicos explicaron cómo funciona para los empleadores el Affordable Care Act (ACA), popularmente conocido como “Obamacare”.

La sesión informativa titulada “Situación actual del sistema de seguros de salud para Empleadores en RI", se realizó el jueves 31 de agosto pasado, en el Imperial Room at Shrine, en la ciudad de Cranston.

Los facilitadores de HealthSource RI explicaron las coberturas, planes, requisitios y sistema de eligibilidad, además de informar sobre los diferentes mecanismos a través de los cuales los pequeños comerciantes y sus trabajadores pueden tener acceso a estos planes de salud.

A pesar de las intenciones del gobierno federal, de producir cambios significativos en la Ley de Cuidado de Salud Asequible, el Congreso no aprobó dichas modificaciones, por lo que el ACA se mantendrá igual, al menos por los próximos años.

El estado de Rhode Island, donde se estima que el 90% de la población tiene cobertura médica en este momento, es uno de los pocos donde el mercado de salud regido por el ACA, conocido como “Exchange”, se rige en gran medida por lineamientos locales, de manera que, si finalmente el Congreso decidiera hacer cambios al “Obamacare”, se espera que el impacto no afectaría “tanto” a los residentes aquí, de acuerdo con los expertos de HealthSource RI.

Durante la sesión se produjeron preguntas de parte de los dueños de negocios, que expresaron inquietudes relacionadas con penalidades, fraudes y beneficios, entre otros.

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PROVIDENCE, RI.- De ser un reconocido músico de la Fuerza Aérea Dominicana y director de orquesta en uno de los hoteles más prestigiosos de su país, Clemente del Rosario, quien hoy ostenta el Nivel I en la compañía Royal Prestige, se enfrentó, como cualquier inmigrante a su llegada a Estados Unidos, a una serie de obstáculos que amenazaban con hacer desvanecer sus sueños de ser independiente, exitoso, autosuficiente y un connotado pianista.

La historia del empresario hispano, pianista egresado del Conservatorio Nacional de Música en su natal Republica Dominicana, es digno ejemplo de que en la vida hay que tomar riesgos si se quiere llegar a la cima.

Clemente del Rosario emigró a este país en 1992. Sus planes eran dedicarse a la música y formar una orquesta. Pero el destino le depararía algo muy distinto. “Llegas aquí con planes, pero la realidad es otra. Quería dedicarme a la música, pero sorpresa, las cosas aquí no funcionan así. A veces los seres humanos no entendemos que el proceso toma tiempo y nos desesperamos, entonces viene el fracaso. Yo analice mis opciones, aceptaba el cambio y avanzaba, o me quedaba rezagado y dejaba de lado mis sueños. Pero yo no estaba dispuesto a renunciar”.

Del Rosario trabajó en una factoría y concomitantemente vendía comida a domicilio en el lugar. Luego se empleó como taxista, distribuidor de productos comestibles que entregaba a supermercados y bodegas, y también trabajó en un almacén, pero sin dejar de lado la música.

“Nada me detendría. Dios me ha dado muchos dones y talentos, por eso en mi rebeldía me negaba a estancarme, entonces tomaba la decisión de continua para alcanzar mis metas”, recuerda Clemente del Rosario.

Desempleado y decidido a luchar por sus objetivos, el laureado empresario inició la búsqueda de un nuevo empleo. “Compre un periódico y descubrí en los clasificados a Royal Prestige. Me encantó la compañía y aunque muchos me llamaban loco y hasta me criticaban por vender ollas y filtros, yo estaba convencido de que, después de la música, esto era lo que llenaría en lo adelante mi vida”.

Esto es una universidad de la vida, y lo que más me gusta es el crecimiento que la compañía te ofrece. Tú te involucras, te enfocas, te comprometes y trabajas con determinación y pasión. Nadie te puede agregar lo que tú no quieres. Tienes que abrir tu mente para crecer. La clave del éxito es esa. Pero lo más difícil es el proceso. Pero si aguantas el proceso logras llegar a la meta.

Clemente del Rosario define a Royal Prestige como una universidad de la vida, y señala que lo que más le gusta es el crecimiento que la compañía le ofrece a sus asociados. “Aquí nadie te puede agregar lo que tú no quieres. Tienes que abrir tu mente para crecer y cambiar la mentalidad de empleado, ahí radica el éxito. Lo más difícil es el proceso, pero si logras aguantar, veras la meta final”.

Aduce que “no tengo fortuna acumulada, pero gracias a Dios en diez anos que tengo en Royal Prestige, supero los 14 años que viví dando vueltas de un trabajo a otro en Nueva York. En Rhode Island encontré lo que busqué incansablemente, tengo un territorio y un equipo de trabajo bueno, disciplinado”.

El equipo de Clemente del Rosario incluye ocho distribuidores y aproximadamente 15 vendedores, la mayoría de los cuales están en camino de lograr su franquicia Royal Prestige. Y a pesar de lo exitoso que ha sido dentro de la compañía, el empresario dice aun no ha logrado alcanzar la meta. “Mi sueño es ser Master de Territorio. Actualmente soy nivel I, uno de los mejores dentro de las diferentes categorías de la compañía. Aun me faltan tres peldaños y voy a lograr escalarlos”.

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PROVIDENCE, RI.- Perseguido por el gobierno chavista, Oscar Mejías salió de Venezuela hacia Estados Unidos como asilado político en el 2003. En su país, este emprendedor hombre de negocios, era gerente en una empresa petrolera, pero su vida cambió de forma radical, y a su llegada a suelo norteamericano, tuvo que trabajar de todo: limpieza, repartidor de pizzas y periódicos, lavando carros y hasta de chofer, transportando empleados de un hotel.

Fueron momentos muy difíciles, recuerda Mejías, y hoy, después de sufrir lo indecible, reconoce lleno de orgullo que, sin importar los obstáculos ni los retos, “yo soy un emprendedor”.

Oscar Mejías es graduado de Tecnología de la Información en la Universidad Occidental de Venezuela. Su hoja de vida es extensa y de entrada resalta la experiencia, los logros y el conocimiento que ha venido acumulando durante los pasados 14 años dentro y fuera de Rhode Island, y que forman parte de una trayectoria empresarial digna de imitar.

Mejía contó a ACONTECER LATINO su historia. “Me mudé a este estado en el 2006. Mi primer empleo fue lavando carros y por las noches participaba en el programa Primer Paso con Tomas Ávila”, relata, al tiempo que comenta que de ahí surgió la idea de crear una compañía para proveer educación a hispanos que “como yo” andaban buscando oportunidades de crecer.

Creó Hispanic Technology & Educaction Program (HITEP) en sociedad con Wilfredo Chirinos. La empresa en sus inicios proveía entrenamiento en el área de tecnología y atención al cliente a personas que quedaban desempleadas para ayudarlas a conseguir mejores puestos de trabajo.

Sin embargo, Oscar Mejía refiere que en 2010 la visión de HITEP cambió. “Me entero que el estado iba a necesitar alrededor de 5 mil asistentes de enfermería bilingüe, y tomo la decisión de crear la escuela de enfermería en HITEP en el 2011”.

Un nuevo comienzo

El presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Rhode Island aduce que decide vender sus acciones y sale de HITEP en 2016, para crear BE-TECH Corporation/Emerging Studies Institute (ESI), que responde al eslogan: “Desarrollando gente, desarrollando habilidades”.

“He creado una escuela vocacional y técnica única para ayudar a la comunidad a prepararse y conseguir trabajo. La escuela tiene un rango mucho más amplio de opciones  para la comunidad, y cuenta con más de 200 cursos en áreas como Servicio al cliente, Centro de llamadas, Administración, Gerencia y Recursos humanos”, explica Oscar Mejías.

Aunque apenas inició sus operaciones, asegura que la compañía ha avanzado a pasos agigantados, y que lo mejor está por venir. “En este año logramos hacer un programa piloto con el Departamento de Escuelas de Providence en la PCTA, donde dictamos cursos a los estudiantes. Fue un proyecto muy exitoso que planeamos continuar este año. También estamos ofertando nuestros cursos a diferentes organizaciones y empresas del estado para poder llegar a más gente de la comunidad”.

Reconocimientos

  • Bright Spot for the Future - White House Initiative for Excellence in Education for Hispanics/ US Department of Education (Washington-2015).
  • Minority Owned Business of the Year. SBA (Rhode Island-2015)
  • Extra Mile Award. Santander Financial Group (Massachusetts-2014).
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Zoila Bernal y Shirley Moore anuncian el primer año de su agencia

PROVIDENCE, RI.- Durante varios años, Zoila Bernal y Shirley Moore trabajaron para varias compañías brindando el servicio de la interpretación de manera profesional. Ambas, con un “background” académico distinto de este campo, incursionaron en este sector motivadas por las circunstancias.

Bernal, de origen peruano, es sicóloga de profesión, aunque se ha dedicado más a laborar como trabajadora social. Es desempeñado estas funciones que empieza a involucrarse en el área de la interpretación, una actividad que desde hace cinco años empezó a desarrollar de manera remunerada.

Moore, por su parte, empezó como la “traductora oficial” de su familia a los seis años, cuando llegaron a Estados Unidos, procedentes de Puerto Rico. Ella ha estado trabajando con la comunidad desde los 14 años, su especialidad es en la carrera de Servicios Humanos y es, también, una experimentada traductora simultánea que domina tres idiomas (inglés, español y portugués).

Hace un año estas dos hispanas decidieron unir sus talentos y experiencias y crear la agencia “Be Moore Interpreting”, que brinda servicios de interpretación y traducción.

El nombre es una combinación de sus dos apellidos, pero lo aplican también, de manera figurada, a la exhortación de “ir siempre por más”.

Empezaron a desarrollar la idea en julio del 2016 y la agencia comenzó a operar formalmente en septiembre del año pasado. Justamente el 21 de este mes estarán celebrando su primer aniversario, con un evento con un evento en el South Side Cultural Center, en el 393 Broad Street, de Providence, de 6:00 de la tarde a 8:00 de la noche. La oradora invitada será la secretaria de estado Nelly Gorbea.

Estas dos profesionales están enfocadas en marcar una diferencia en el renglón de la interpretación.

“Nuestro enfoque es encontrar en dónde otras agencias han fallado y cómo podemos capitalizar eso para hacer las cosas de manera diferente. Nosotros, por ejemplo, le mandamos un cuestionario a nuestros clientes después que le damos el servicio, para saber cómo se sienten, ya que nos preocupamos por darles un trato personalizado”, explica Moore.

Bernal refiere que la agencia pone mucho interés en reflejar las emociones y el contexto de lo que desea transmitir el cliente, yendo más allá de la típica interpretación literal de las palabras. “Yo mismo hago hasta los gestos que hace la persona, su tono de voz”, señala.

Ambas destacaron que Be Moore no solo brinda servicios a hospitales, escuelas y profesionales de la salud, sino que también está disponible para personas individuales, dentro de la comunidad, que necesitan un intérprete para poder realizar gestiones como comprar una casa o consultar un abogado.

“Queremos que la comunidad sepa que estamos aquí, a su disposición. Sabemos que hay necesidades, personas que no tienen los medios para de comprar el servicio al precio que les costaría con cualquier otro profesional”, indicó Moore.

Aunque Bernal y Moore son sus principales proveedoras de servicios, Be Moore dispone de más de 40 contratistas independientes que hablan 18 diferentes idiomas (italiano, portugués, creol, alemán, rumano, chino, japonés, francés, mandarín, entre otros).

Para más información acerca de esta agencia, llame al (401) 216-8698 o escriba al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

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CENTRAL FALLS, RI.- Prosperada, bendecida y en victoria. Así se define hoy la empresaria salvadoreña Carolina García, una joven luchadora y llena de fe, quien junto a su madre Mariam es propietaria del restaurante Miriam’s Típico, ubicado en el 744 Dexter Street, en Central Falls.

Pero su historia no siempre ha sido un cuento de hadas. Rebuscando en el pasado, mientras era entrevistada por ACONTECER LATINO, Carolina rememoró los momentos más difíciles y terribles que le tocó enfrentar a su llegada a los Estados Unidos, con apenas 20 años de edad, al dejar atrás una vida placentera y casi perfecta en su país.

Estudiante universitaria de Laboratorio Clínico en El Salvador, la joven empresaria decidió un buen día, en el año 2002, dejar sus estudios y probar suerte en suelo norteamericano, sin siquiera imaginar el infierno que le esperaba.

“Nunca había venido a este país y el cambio fue muy difícil. No sabía el idioma y esa fue mi primera limitación. Además, la visión que tenía en el Salvador de este país era muy diferente a lo que encontré cuando llegué. Todo el mundo piensa que es más fácil conseguir el dinero, pero cuando me di cuenta que tenía que trabajar en limpieza me dio mucha tristeza, después de haber estado en la universidad y tenerlo todo”, recuerda la madre de tres hijos.

Carolina cuenta que luego de varios meses trabajando en limpieza pasó a ser empacadora en una factoría. “Era un trabajo súper duro. Llegaba a la casa cansada y con los dedos destrozados. Recuerdo como ahora que los dedos me sangraban y el dolor era insoportable”.

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Tiempo después, aduce, empezó a comercializar con productos que exportaba desde Nueva York y vendía en tiendas, restaurantes y bodegas locales. “Era algo que me apasionaba”, asegura, “y me iba muy bien en el negocio”, refiere, pero tuvo que dejarlo.

“Yo tuve un caso fuerte de violencia doméstica por casi ocho años. Por eso dejé el negocio y me dediqué a estudiar Diseño Floral en Boston. Cuando recibí mi diploma, abrí una floristería, y seis meses después me asaltaron. Fue una experiencia horrible. Me apuntaron con una pistola en la cabeza y desde ese día quedé traumatizada”, relata Carolina.

Para ese entonces, señala la joven empresaria, ya tenía el restaurante, el cual adquirió junto a su madre. “Mi mamá venía de El Salvador y pensando en qué iba a trabajar aquí, porque yo no quería que ella sufriera todo lo que yo sufrí, decidí comprarlo con los ahorros de las dos. Juntas hemos logrado echar el restaurante para adelante. Hoy es un negocio estable, sostenible y con una clientela que nos respalda”.

El restaurante Miriam’s Típico sirve una variada gama de platos, pero su especialidad son las pupusas salvadoreñas. “Servimos comida típica de El salvador y Guatemala. Tenemos una amplia clientela. Realmente no podemos quejarnos”.

El negocio está creciendo, manifiesta Carolina, y su vida es como siempre soñó, y todo esto, asegura, se lo debe a la fe que tiene en Dios. “Dios es quien nos ha dado la sabiduría y la fuerza para seguir adelante. Gracias a Él estamos hoy aquí. Si Dios no hubiera estado en nuestra vida no hubiéramos podido lograr nada de esto porque nos aferramos a la fe de que él era quien nos iba a ayudar”.

Planes

Los sueños de crecer de Carolina son muchos, pero el más importante y que ocupa toda su atención es expandir el restaurante a otras ciudades. “Mi plan ahora mismo es conseguir un local comercial en Providence para expandir el restaurante. Me gustaría abrir otro restaurante Miriam’s Típico en Providence, pero mi sueño más grande es abrir una cadena de restaurantes”.

Mensaje

Carolina García aprovechó para enviar un mensaje de esperanza a todas las latinas en Rhode Island. “Que tengan fe. Yo soy cristiana y estoy convencida de que hay un Dios que aunque estemos solas, desamparadas, sufridas, El está allí siempre y nunca nos va a dejar. El siempre estará ahí y aunque a veces no vemos la salida, un día El nos va a dar la victoria, nos va a prosperar y nos va a sacar adelante”.

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