Las escuelas públicas de Providence han estado fallando a las familias durante décadas. Si bien esto fue confirmado por el devastador informe de la Escuela de Educación Johns Hopkins el año pasado, es una realidad que no ha sido un secreto para las comunidades de color de nuestra ciudad que han soportado la peor parte de estas consecuencias en un distrito que tiene un 87% de desventaja económica y 65% latinos.
Pero ahora, tenemos la oportunidad de reinventar y re-imaginar nuestras escuelas públicas mientras trabajamos para implementar un cambio real y significativo en nuestro sistema de educación pública. A medida que la pandemia de COVID-19 continúa devastando nuestras comunidades, este es el momento de cambiar el status quo y darles a nuestros niños lo que necesitan para prosperar y crecer en el mundo del mañana.
Para llegar a eso, debemos esforzarnos por lograr la excelencia y la equidad en nuestro sistema educativo asegurándonos de que las escuelas autónomas públicas y gratuitas sean una parte clave de cómo mejoramos el rendimiento educativo de todos los niños de Providence. Y las familias de nuestra ciudad están pidiendo al Departamento de Educación de Rhode Island que apruebe la lista de nuevas escuelas públicas autónomas (llamadas Charter Schools) de alta calidad que se abrirán en el distrito el próximo año.
Si bien muchas familias blancas más adineradas en Providence han tenido durante mucho tiempo el privilegio de poder elegir las mejores escuelas para sus hijos, esa opción se les ha negado a la mayoría de las familias hispanas y comunidades de color en toda nuestra ciudad. Pero estas nuevas alternativas de escuelas autónomas ayudarán a ampliar el acceso a nuevas opciones educativas de alta calidad que todas las familias, independientemente de su nivel socioeconómico, necesitan y merecen desesperadamente.
Los padres de Providence quieren que sus hijos estén preparados para la vida real en el siglo XXI, pero en este momento, menos del 20% de los estudiantes de todos los grados en las escuelas públicas de Providence son competentes en matemáticas e inglés. Necesitan escuelas que ayuden a sus hijos a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, inspirar nuevas experiencias de aprendizaje y proporcionar programas académicos rigurosos. Y estos componentes son especialmente cruciales para nuestros estudiantes bilingües y multiculturales, que tienen necesidades únicas que han sido ignoradas durante demasiado tiempo.
Vemos el tremendo impacto que las escuelas autónomas públicas y gratuitas están teniendo en todo el estado a medida que la demanda entre las familias por más vacantes, especialmente por familias de color, continúa disparándose. El año pasado, Rhode Island experimentó un aumento del 11% en la cantidad de estudiantes que postularon a las escuelas autónomas, con 10,300 estudiantes que solicitaron menos de 1,800 vacantes durante el último año escolar. Y ahora, el total de solicitudes para las escuelas autónomas públicas está en niveles récord en todo el estado, superando las 20,000 solicitudes, solo este año escolar, casi el doble del total de hace cinco años.
A lo largo de los últimos meses de revisión de nuevas solicitudes de escuelas autónomas, está claro que los líderes estatales han escuchado las demandas de sus electores. Los padres, estudiantes, maestros y funcionarios electos se han sumado para unirse a los comentarios públicos en apoyo de las nuevas escuelas autónomas, a menudo con historias personales de cómo las nuevas opciones educativas han transformado sus vidas y las de las personas que aman.
No podemos dar marcha atrás ahora. Sabemos que cuando se trata de la educación de nuestros hijos, no hay una talla única para todos. Diferentes estudiantes y familias pueden tener diferentes necesidades, pero todos merecen el mismo derecho a elegir las mejores escuelas para ellos.
Sinceramente,
Delia Rodriguez-Masjoan
Presidenta de la Junta de
PVD Prep Charter Middle School
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