Haber tenido la oportunidad de viajar haciendo escalas en este "New Normal" te hace consciente del viejo dicho "como cambian las cosas, caballero" ya que fueron muchos los planes de emprender desplazamientos vía avión que simplemente, no se produjeron de la manera esperada. Tuvimos un largo tiempo en que no pudimos viajar, la industria aérea como muchas otras, se detuvo. Hoy estamos muy agradecidos ya que ahora es posible hacerlo, casi con la misma regularidad que estábamos acostumbrados, aunque con nuevas normas. Los precios no han variado tanto, en lo que tiene que ver con equipaje se da la misma situación. Lo que sí es impresionante es la tristeza y el pavor que vemos en los empleados de los aeropuertos, los viajeros y una tripulación realmente marcada por la distancia "social".
Antes llegábamos a las terminales y se sentía el bullicio, la algarabía, la prisa. La alegría era notoria en la mayoría de los turistas, gente que viaja por negocio, deportistas, estudiantes. La gente viaja porque tiene deseos de cambiar el rumbo, por conocer otros mundos. Muchos viajan sin definir sus motivos y salvo aquellos que lo hacen por motivos fúnebres, todos somos felices cuando emprendemos nuevas rutas.
Esta vez pasé por un par de aeropuertos y todas las sonrisas estaban tapadas por una mascarilla, y naturalmente nadie quiere estar cerca de nadie, todo tan distinto a la época antes del COVID-19.
Los negocios cerrados en los aeropuertos en su mayoría. Mi esposo y yo teníamos por costumbre tomar una cerveza antes de abordar, que melancolía produjo en nosotros no hacerlo por precaución.
Si eres de los que decidiste salir, tus razones tendrás, como fue nuestro caso, humilde y respetuosamente te contaré lo que nosotros hicimos durante el trayecto: Desde que salimos del hogar hasta llegar al destino final no descubrirnos el rostro incluyendo gafas (cubrimos boca, nariz y ojos) solamente retiramos ligeramente al personal de inmigración que quiso asegurar que real y efectivamente que los pasaportes correspondían a nosotros. Fue difícil pasar unas diez horas sin comer, beber, la verdad que me parece que es un asunto de causa común, cortesía y solidaridad con nuestros iguales. ¿Estás planificando viajar vía aérea? Pues hazlo, sólo que con plena conciencia. Vas a depender mucho de tus cuidados, no nos están ofreciendo nada, más que una bolsita con una botellita de agua, una toallita higienizante, una barra pequeña de nueces.
Nuestra estadía será dirigida al entorno familiar, pocas salidas, muchas comidas en casa, veladas como en los tiempos de los abuelos, películas y series, algunas playas poco frecuentadas y jugar con nuestros nietos, disfrutar los momentos bonitos, la vida es un camino por recorrer, perdemos tiempo mirando atrás. Haz lo
que tengas que hacer, siempre que no sea dañando a los demás, sé feliz contigo mismo, y oremos por tener más libertad.
*Nota: Mi experiencia se basa en vuelos domésticos dentro del suelo americano.
Recuerda "Vivir no se posterga" seguimos en "Orden Divino" Hasta un próximo encuentro. Mi correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
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