La ansiedad, emoción que surge automáticamente en situaciones de amenaza o peligro, puede ser disparada por cualquiera de los muchos factores estresantes que vivimos a diario. Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 264 millones de personas en el mundo padecen Trastornos de Ansiedad (TA), un incremento de 15% los últimos 10 años.
En Estados Unidos, estos trastornos son los más frecuentes en salud mental y se prevé que cerca de 25% de la población experimentará algún tipo de sintomatología asociada a esta enfermedad, considerada como la verdadera epidemia silenciosa del siglo XXI y de esa cantidad más del 60% son mujeres. Es por esto importante que nos encarguemos de dar a conocer como se desarrolla la ansiedad en las mujeres.
La mujer de hoy estudia, trabaja, logra metas que antes era impensable proponerse. Pero no abandona su rol de madre, de cuidadora, de recolectora y protectora. Y los días siguen teniendo las mismas horas que hace 100 años, así que el conflicto de rol está garantizado. ¿Qué hago?, ¿Tengo hijos o me realizo profesionalmente?, ¿Doy el pecho a mi bebé o voy a trabajar?, ¿Cómo mantengo limpia la casa si llego tarde y cansada?, ¿Por qué estoy tan preocupada y a mi lado hay un hombre que parece vivir otra realidad?
Nunca antes las mujeres hemos estado tan cargadas de responsabilidades como hoy. Nos entregamos a la familia, al trabajo y a otras actividades que comprometen nuestro tiempo y poco queda para nosotras mismas. ¿Cuál es el resultado? La ansiedad nos ataca y se expresa en sus múltiples formas que van desde agriarnos el carácter hasta tumbarnos el cabello. Aparece sin pedirnos permiso y nos desborda como la espuma.
La ansiedad se presenta de manera desproporcionada y en ocasiones se desencadena sin motivo aparente. En estos casos, cuando aparece inadecuadamente o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales, debes comenzar a mirarla como un trastorno y acudir de inmediato a un especialista.
Aquí te enumero algunos detonantes de la ansiedad en las mujeres:
1. Estrés. Se sitúa como la causa número uno de la ansiedad. Sus síntomas son tan parecidos, que muchas veces ambos trastornos se confunden. El estrés generado por el ritmo de vida actual, cuando no puedes controlarlo, deriva en un trastorno de ansiedad, que a su vez puede desembocar en una depresión.
2. Responsabilidad. El exceso de responsabilidad es otro de los motivos más frecuentes de la ansiedad. Las MUJERES son especialmente sensibles a este problema ya que tienden a convertirse en súper-mujeres con funciones que van desde ser la amiga más divertida del mundo hasta la madre más comprometida, pasando por ser la profesional exitosa y la amante perfecta.
3. Perfeccionismo. Muchas mujeres son así: necesitan hacerlo todo bien y son incapaces de delegar porque tienen que tenerlo todo bajo control. No aceptan cometer errores en ningún ámbito de su vida, por ello tienen una fuerte disposición a padecer un trastorno de ansiedad.
4. Inseguridad. Una pobre percepción de si misma, una escasa valoración de las capacidades propias o la falta de autoestima es también causa de ansiedad. En muchos entornos machistas (llámese familia, trabajo o universidad) ocurre esto. Vivir en la inseguridad es vivir con temor a hacerlo todo mal, a que todo salga mal. Por eso, la inseguridad precede a la ansiedad.
5. Desequilibrio emocional. No haber encontrado el equilibrio emocional, no saber lo que se quiere en la vida o no saber aceptar la vida tal y como viene puede provocar un trastorno de ansiedad. Esto deriva frecuentemente en una depresión.
6. Acumulación de situaciones adversas. La ansiedad también puede ser como consecuencia de un periodo largo de situaciones vitales adversas. Es cierto que a veces las cosas se tuercen y se tuercen todas a la vez. De ahí surge la necesidad de aprender a ser más fuertes psicológicamente y no dejarnos vencer por las dificultades. Lo que llamamos ser resilentes.
La ansiedad puede generar males de todo tipo: gastritis, problemas cardíacos, tensión arterial elevada o peores malestares que pueden llegar a maltratar el cuerpo y hasta convertirse en enfermedades crónicas o en patologías difíciles de tratar. Pero las consecuencias no solo afectan el ser integral, también la irritabilidad que produce la ansiedad no controlada te puede hacer hablar de manera precipitada y generalmente herir o descargar tu frustración en los que te aman.
Reconocer y controlar la ansiedad y los estados de ánimo negativos deben formar parte de las prioridades de tu agitada vida. Siempre es posible transformar las emociones malas en buenas. Para esto, es esencial reconocer los primeros síntomas y cultivar las actitudes que favorezcan la serenidad. No importa cuál sea la situación, lo substancial de todo el asunto es entender que ninguna de las aflicciones deberá controlar tu voluntad y tu mente.
Para poder manejar la ansiedad debes saber todo sobre ella es por eso que te invitamos a formar parte de nuestro taller "La ansiedad en las mujeres", que estaremos realizando, por segunda vez, los días Jueves, 21 de febrero de 2019, de 6:00pm a 10:00pm; y el sábado, 23 de febrero de 2019, de 2:00pm a 6:00pm. Si desea participar y necesita mayores detalles llame al (401) 390-6816. Se requiere registrarse con anticipación.
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