La constitución de Puerto Rico

Carlos Roman
Author: Carlos RomanEmail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

En una soleada tarde de diciembre de 2006 en “Las Paldas”, una de las hermosas playas de mi pueblo me encontraba yo, y como en una despedida formal de aquel lugar, el Mar Caribe me bautizaba en sus tibias aguas. Allí apretaba la mojada arena en mis manos tratando de absorber su sensación como para no olvidarla jamás, con la vista perdida en la fina línea del horizonte y con el alma triste preguntándome cuándo sería la próxima vez que regresaría a mi Isla, Puerto Rico. Era una decisión difícil de la cual no había plan de regreso así fuera de emergencia, y días más tarde, con $200 en mi haber y grandes sueños, crucé el Atlántico hasta llegar a un lugar que apenas conocía por nombre; Rhode Island.

El dejar atrás a tu familia; a tus amigos, a tu mascota, el lugar de tu niñez, es doloroso, ¡pero dejar a tu Patria! ¡Hm! Esa estocada al corazón hace rodar perlas por las mejillas al más fuerte. ¿Y qué puedo hacer por mi Isla a la que amo tanto desde la lejanía? (Me cuestionaba) Esa pregunta me perseguiría por mucho tiempo, pero la misma tendría respuesta años más tarde.

Así que ya fuera por el destino, o algún plan divino, doy gracias por las redes sociales por haber conocido a través de ellas una joven organización puertorriqueña: Puerto Rican Professional Association of Rhode Island (PRPARI), teniendo al frente a una persona que aprendí a admirar grandemente; Ivette Solivan, empresaria, líder en la comunidad de la ciudad de Providence, y junto a ella un grupo de compatriotas comprometidos en la misión de preservar nuestra identidad “boricua” y de aportar al futuro de nuestros jóvenes hispanos sin importar su nacionalidad o descendencia. La conexión y la contestación a mi pregunta fue inmediata: “Se puede hacer patria desde la distancia”. 

Como parte de la misión de la organización, y un acto de máximo respeto y orgullo patrio, el pasado 25 de julio, fecha en que la asociación acostumbra a celebrar el Día de la Constitución de Puerto Rico y a hacer entrega de becas a estudiantes destacados de las escuelas públicas del estado, PRPARI se dio a la tarea de conmemorar nuestra bandera puertorriqueña, la misma que fuera izada a toda asta en el Town Hall de la ciudad de Central Falls. Allí se encontraba junto al saliente alcalde James Diossa, la presidenta del consejo de Central Falls aspirante a la alcaldía de dicha ciudad y quien llegó a formar parte de PRPARI en el pasado, María Rivera. También nos acompañó la Honorable Secretaria de Estado, Nellie Gorbea y un reducido grupo de personas, observando al sonar de nuestro himno nacional como se izaba la monoestrellada puertorriqueña. El acto solemne aunque pequeño (por respeto a las normas del distanciamiento social), fue de gran aprecio y emoción para los presentes, era preciso ver algunos conductores tocar sus bocinas y expresar su júbilo al ver la celebración y a nuestra bandera ondeando en el mástil de la alcaldía. De igual forma y para mi sorpresa, el mismo día la bandera de Puerto Rico fue izada en la Casa del Estado. 

Para la diáspora puertorriqueña, es de gran significado ver la bandera que nos identifica flotando desde lugares de importancia porque nos recuerda de dónde venimos y en donde hemos aportado nuestro granito de arena en una nación de inmigrantes de la cual estamos agradecidos, y aquí en Rhode Island que cuenta con una sustancial presencia latina, no es la excepción. Al igual que muchos hermanos caribeños e hispanos en el estado, nos esforzamos por dejar nuestra huella como fuerza trabajadora, como empresarios, políticos, líderes religiosos, y profesionales en diversos campos. Nos hemos dado a la tarea de dejar un legado a nuestros hijos de que nunca olviden nuestra procedencia y tener muy claro hacia dónde debemos ir. Podemos vivir en el extranjero y aun así servir en pos del bien común preservando nuestra identidad como pueblo y amor genuino al símbolo que nos une. 

Al reflexionar en el camino recorrido y en el que falta por emprender, me llevan a pensar en los grandes artista que a lo largo de los siglos han expresado su amor por la Isla del Encanto y del cómo aunque físicamente ausentes, en alma, corazón y acción se puede estar presente.

Como dice la canción Mi Bandera de Richie Ray y Bobby Cruz: “Ondeando sobre el viento, veo volando mi bandera, orgulloso yo me siento de mi solitaria estrella, es refugio a los que lejos de Borinquen van porque siempre su bandera al frente irá”.

Sumerjo mis pies; el agua es tibia, juego con la arena y miro al horizonte. Ya no hay tristeza, solo regocijo porque sin importar donde me encuentre —la Patria vive en mi.

Add a comment

Columnistas

  • Sample avatar

    Maria I. Brito

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

    asdasdasda
  • Sample avatar

    Arelis Peña Brito

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • Sample avatar

    Luis Peralta

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • Sample avatar

    Margarita Cepeda

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • Sample avatar

    Julia Norma Rodríguez

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • Sample avatar

    Test Admin

    Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Registrate totalmente gratis y recibe noticias en tu correo electronico. (No Spam)